El cierre de Sanborns, una cadena muy grande, en la ciudad de Durango es una muestra que el año de la pandemia fue muy difícil para todos, y que es necesario reinventarse sea pequeña o grande empresa, indicó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Miguel Camacho Herrera.
La pandemia obligó al cierre de este lugar, que contaba con un muy buen restaurante, conocido y emblemático a nivel nacional, lo que pone una alarma a los restaurantes locales que se encuentran en la supervivencia de esta pandemia.
Manifestó que es momento de crecer pero con mucho cuidado, y no cometer el error de querer crecer tan rápido, por lo que se tiene que pensar en las proyecciones y lo que sigue, pues las temporadas buenas se acaban.
El empresario señaló que este mes es cuando se puede saber qué empresas van a cerrar y quien no podrá continuar, por lo que es un mes de mucha incertidumbre y de definición para los restaurantes.
Precisamente señaló que los restaurantes tuvieron otra buena semana, pero saben que esta empieza la cuesta de enero, y que en otros años se habían apoyado con la visita de paisanos, lo que les dejaba un poco más de ingreso, “ahora no se vieron dólares por ningún lado”.
El número bajo de casos positivos en la capital, expresó que da un aliento que se pueda seguir en semáforo naranja y llegar a un amarillo, pero no hay proyecciones para el resto del año porque será de acuerdo a lo que indique el semáforo epidemiológico.