El cáncer de mama es una enfermedad de amplia incidencia en México y el mundo, e incluso se le considera como el tipo de cáncer más mortífero entre las mujeres; cabe hacer mención que no es limitado al sector femenino, hay hombres que también lo presentan. A inicio del presente mes el titular de la Secretaría de Salud de Durango (SSD), Moisés Nájera Torres, informó sobre dos casos que llamaron aún más la atención en este 2024, pues fueron diagnosticados como positivos al cáncer de mama una joven de apenas 16 años de edad y un hombre de 22 años, ambos de la capital duranguense.
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Muchas de las pacientes con cáncer de mama son sometidas a una mastectomía, es decir, una cirugía en que se extirpa el tejido mamario; esta intervención es solamente una parte de todo lo que viene para ir contra este padecimiento.
En Durango, apoyando en demasía a estos casos donde sobre todo mujeres pierden un seno, el Voluntariado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se dedica desde el 2014 a realizar prótesis artesanales de mama; a 10 años de comenzar con esta noble labor, han logrado impactar en alrededor de 500 mujeres.
“Nosotros estamos aquí porque queremos ayudar a las mujeres que tienen cáncer de mama. Nosotros tomamos un curso en San Luis Potosí en el 2014, y desde entonces a la fecha seguimos trabajando (…) apoyando a las mujeres que les quitaron su seno”, declaró para El Sol de Durango Marisela Olguín Ortiz, directora ejecutiva de las voluntarias del IMSS en Durango, y quien lleva 31 años brindando apoyo desde este espacio.
La elaboración de una prótesis genera amplia satisfacción entre quienes son las encargadas de hacerlas realidad, y son un “vuelve a la vida” a quienes ya no cuentan con uno de sus senos.
Según explica, además que una prótesis representa un impulso físico y estético, y una inyección de autoestima en medio del bonche de emociones, también es de amplio beneficio en materia de salud, pues evita que su columna se desvíe.
Y es que cuando se quita un seno, la persona se ladea, porque falta precisamente ese peso que les quitaron, se pierde hasta cierto punto el equilibrio. Al contar con una prótesis no se desvía su columna y no tienen problemas en sus rodillas, como un daño colateral.
“Cuando tú le pones a una persona una prótesis, les cambia la cara completamente, dicen que vuelven a la vida. Una de las cosas que también es muy triste para ellas, es que se les cae el cabello. Dicen que es más doloroso cuando se les cae el cabello, que cuando les quitan el seno. Lo estético también impacta, las personas se ponen muy contentas, porque siempre nos llegan con algodón o trapitos, y cuando les damos su prótesis se sienten muy seguras, se sienten queridas y reconocidas”.
Y es que el proceso contra el cáncer de mama, o incuso de cualquier otro tipo, es complicado y doloroso, con un fuerte impacto emocional.
Por su parte, la secretaria del Voluntariado, María Fabiola Barrientos Romero, quien lleva una trayectoria de 18 años apoyando, y 10 años haciendo prótesis de mama, contó que durante recorridos por el estado han ya identificado los municipios con más casos.
Refirió primeramente que el Voluntariado llega a diversas regiones del territorio duranguense, como es el caso de El Salto, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Rodeo.
“…la incidencia de cáncer donde más nos ha tocado es en El Salto; en una sola colonia sacamos 25 o 30 gentes, que es la colonia Morelos. (…) En Guerrero es un poco menos, pero en Rodeo también hay mucha incidencia de cáncer de mamá”.
Dijo, cuando recurren a solicitar una prótesis artesanal, es porque no pueden conseguir una prótesis de gel, que tiene un costo de entre seis o siete mil pesos. En el proceso de una artesanal el gasto es de alrededor de mil 500 pesos; cabe hacer mención que a lo largo de los años el 90 por ciento de las beneficiadas corresponde a mujeres de bajos recursos.
PROCESO
Las prótesis que han ayudado a cientos de mujeres duranguenses están hechas de linaza, explicaron; se trata de varias medidas y pesos, de hecho la persona primero es sometida a mediciones, para que sea personalizada, acorde a sus necesidades.
- “Se hace una prueba en que la persona cierra sus ojos, se pone derecha y extiende sus brazos para ver cómo se siente en el equilibrio del peso”, declaró Olguín Ortiz.
Se invierten alrededor de mil 500 pesos para la elaboración de una prótesis artesanal, y un brasier que es el adecuado, y que también se les entrega a las mujeres. Si la paciente tiene el dinero, puede pagarla, y ese recurso se utiliza para alguien más que no tenga esa posibilidad. En tanto, quienes no tienen la manera de pagarlo, son beneficiadas a través de las donaciones.
CUIDADOS
Al estar en uso cada prótesis requiere ciertos cuidados e higiene. Según detallan, a los 15 días de uso se les saca la linaza y se pone al sol, se lava el forro y enseguida se vuelve a rellenar de la misma linaza.
Hay casos en que le ponen nueva semilla, de ser así, las mujeres deben tomar en cuenta que hay un peso específico para ello. Con esto, la prótesis artesanal se mantiene en óptimas condiciones.