En el país la delincuencia de adolescentes se ha disparado, sin embargo en Durango los índices se colocan por debajo de la media nacional, de más 100 causas que se realizan anualmente 15 ameritan internamiento.
Alejandro Ramón Fuentes, magistrado presidente del Tribunal para Menores Infractores del Poder Judicial del Estado de Durango, indicó que en la entidad no se han disparado el índice delincuencial en menores, debido a que se cuenta con todas las autoridades del sistema especializadas, por tanto se tiene una prevención terciaria, acompañada de acciones de prevención secundarías y primarias.
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Trabaja de la mano el Poder judicial a través del Tribunal para Menores Infractores, Fiscalía del estado con la Unidad especializada de delitos para adolescentes, Seguridad Publica del Estado mediante la autoridad administrativa y el Centro de reinserción más los Defensores especializados, lo que arroja un promedio anual de 15 adolescentes que son internados.
“De más de 100 causas, 15 ameritan internamiento, pues son delitos impactantes, es decir contra la salud, violación, homicidio, el resto se le da la atención en libertad”, señaló el magistrado.
Subrayó que el trabajo en conjunto se refleja en los bajos índices de criminalidad en adolescentes, los cuales no se incrementan en el estado.
Ramón Fuentes enfatizó que del total de causas que se reciben anualmente 48% de ellas se llevan por medidas alternas como acuerdos reparatorios o la mediación, siendo el principal delito que sigue dichas medidas el robo simple.
La principal causa que lleva a los adolescentes a delinquir es la violencia intrafamiliar, indicó el entrevistado y subrayó que hace dos años la asociación Reisert llevó a cabo en la entidad un estudio que arrojó que el factor principal es la drogadicción, conjugada con la deserción escolar y violencia intrafamiliar, da una respuesta de los adolescentes es violenta que se convierte en delitos.
Para finalizar indicó que el Tribunal para Menores Infractores maneja el principio de la autonomía progresiva lo que significa que el adolescente avance de manera psicológica, física y emocional a la par, lo que ha traído buenos resultados para la sociedad y los menores.