Ante la situación que se vive en el campo duranguense y donde los productores han tenido pérdidas consecutivas durante los últimos seis años, el presidente del Sistema Producto Frijol, Rubén Ibarra Alcantar, informó que ya se tiene diseñado un proyecto en el que se propone la construcción de hoyas dentro de las parcelas, en las que se busca tener escurrimientos y tener un riesgo de auxilio para los cultivos.
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Se trata de una estrategia que recientemente fue presentada ante las instancias gubernamentales de los tres órdenes y están a la espera de que se avalen para que comiencen a inyectar recursos públicos, a fin de poder contar con un sistema adicional de riego, que les permita mantener las parcelas con la humedad que se requiere durante temporadas en las hay poca lluvia y con ello doblar la producción.
El costo de estos instrumentos de captación de lluvias, con todo su proceso de tecnificación, es de aproximadamente 400 mil pesos, sin embargo el productor no cuenta con estos recursos a su disposición, por ello forzosamente necesitan el apoyo de los gobiernos federal, estatal o municipal.
“Nosotros estamos hablando que si invierten unos 50 millones de pesos en el estado de Durango y Zacatecas, que son los más afectados, se podría alcanzar para la construcción de al menos unas cien hoya, que serían cien parcelas que se estarían beneficiando con estas”, dijo.
Estas estarían instaladas en las zonas donde se concentra la mayor cantidad de cosechas de frijol, en municipios que comprenden los Llanos, en el caso de Durango; mientras que en Zacatecas sería en Sombrerete y Miguel Auza, que es donde se produce más frijol en aquella parte del país.
Esto se suma a la petición que hacen los productores de recibir apoyo para la compra de semilla certificada, misma que les proporciona una mayor calidad del producto, además de contar con otras variantes y abrirse a otros mercados además del local.
Y es que en este sentido, dijo que pese a todas las gestiones que se hicieron con el Gobierno del Estado, y el Congreso local, finalmente no recibieron ningún recurso para este propósito, esto concluyó en que las 300 toneladas que estaban pactadas para comercializarse en Durango, tuvo que ser vendida a otra entidad donde sí se recibió el apoyo gubernamental, informó.