En Durango, como en muchas otras ciudades del país, los repartidores que trabajan para aplicaciones de entrega como Didi, Rapid, o Uber Eats no cuentan con seguridad social o prestación alguna, incluso por su labor están en riesgo permanente, reconoció en entrevista el secretario del Trabajo y Previsión Social (STyPS), Israel Soto Peña, quien reconoció que para la autoridad es difícil detectar a quien funge como empleador.
Cuestionado en torno a la situación que guardan trabajadores de reparto, el funcionario estatal aseveró que están en estado de indefensión y desde el punto vista legal hay una especie de vacío o "zona gris" que impide a las autoridades efectuar un control más estricto.
Aseguró que todos quienes trabajan para éstas aplicaciones no cuentan con ninguna clase de seguridad social, solamente reciben un sueldo, pero lo peor es que a veces desconocen hasta quién es su empleador y esto sucede en gran parte del país.
Debido a la pandemia, en el último año los servicios de entrega a domicilio, especialmente de alimentos aumentaron considerablemente, lo cual ha hecho que el número de empleados sea cada vez mayor.
Soto Peña reconoció que como autoridad reguladora se enfrentan a este fuerte problema, pues al carecer de una dirección física no se pueden realizar inspecciones o lo que es peor, desconocen quién es el patrón y ello agrava más la situación de estos repartidores.
Antes de concluir el funcionario hizo referencia a un empleado de esta ciudad que murió en accidente la semana pasada. Ahora la familia enfrenta una situación muy complicada, y aunque cuentan con asesoría de la STyPS, el contratante no da la cara y de momento se desconoce ante quién se debe hacer el reclamo de algún tipo de derecho, dado que la mayor parte de la relación trabajador-patrón se maneja de forma virtual.