El consumo de drogas en niños y adolescentes es una pandemia y aunque no es una situación privativa de la entidad porque afecta a nivel mundial a los jóvenes, se hace más visible cada vez y ha llegado hasta la zona indígena de Durango, indicó Martina Sosa Chávez coordinadora del Centro de Rehabilitación Infantil Analco (CRIA).
Señaló “hemos dado el servicio desde niños que viven en fraccionamiento residencial y que van a un colegio, como a los que viven en las colonias de la periferia, incluso hemos atendido a niños de la región indígena que hablan su lengua materna y español, porque el problema de las drogas afecta a todos los niveles”.
El CRIA es un centro diseñado para la atención al consumo de drogas en niños y adolescentes y cumplió este mes 15 años brindando servicio, depende directamente del DIF Municipal y trabaja en coordinación con las diferentes instituciones de salud, al ser único en su tipo atiende a menores de todos los niveles socioeconómicos, duranguenses indígenas, duranguense ciudadanos americanos, hasta usuarios provenientes de otros estados de la República y de la Ciudad de México.
Este centro, es uno de los 3 que hay en el país que se encuentran certificados especialmente para la atención de menores con problemas de adicciones, uno está en Campeche y es privado y otro en la Ciudad de México, de donde se ha pedido apoyo para Durango para que se dé la atención de algún menor.
Dijo que en el centro se han valorado a cerca de mil 417 niños y adolescentes en su mayoría entre los 11 y 14 años, aunque gran porcentaje fueron atendidos con tratamientos ambulatorios y canalizados a otras instituciones, 537 debieron quedarse al tratamiento residencial por 3 meses, es decir se quedan temporalmente para su desintoxicación y readaptación a la familia, luego de eso, son 9 meses más de tratamiento fuera de la institución.
La coordinadora recordó que el problema de las adicciones es multifactorial y debe tratarse como un problema de salud mental, porque son niños que equivocaron su camino, por eso se les ayuda a tener un proyecto de vida y fortalecer a su familia que es la principal red de apoyo.
Lamentablemente indicó que se ha detectado que todos los que ingresan han consumido cristal, una droga sumamente adictiva y peligrosa, pero además consumen otro tipo de sustancias, llegan con policonsumismo.
Destacó que en estos 15 años muchos de los que terminaron su tratamiento se han recuperado satisfactoriamente, algo importante tratándose de adolescentes. “Muchos de ellos ya son profesionistas, aunque desafortunadamente otros de los que vuelven a recaer y ya no salen”.
La coordinadora reconoció la visión de las personas que iniciaron este centro, pues se adelantaron al problema que iban a generar las drogas a los adolescentes, y ya está en proceso la construcción del CRIA para niñas.