De las 31 mil 192 mujeres que se ganan la vida en una casa ajena al realizar labores domésticas numerosas, de acuerdo a datos aportados por INEGI en la encuesta de ocupación y empleo ENOE 2020, se estima que en Durango sólo el 1 % ha sido afiliado al IMSS, destaca Miguel Bermúdez Quiñones.
Entrevistado sobre este tema, el especialista en Derecho Laboral destacó que la gran mayoría de los patrones que tienen a sus servicios trabajadores domésticos se niegan a darlos de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social, en ocasiones por lo engorroso de los trámites o simplemente por no pagar una cuota extra.
Explicó que mediante un programa piloto emprendido por del IMSS a nivel nacional, se han registrado en todo el país solo 27 mil 640 hombres y espacialmente mujeres que laboran en hogares; esta cifra representa sólo el 1% de los 2.5 millones de laboran en este sector
Se habla de un grupo de trabajadoras que solo el 99% tiene seguridad social, y el 94.8% son mujeres, donde el 32.7% percibe menos de un salario mínimo, por ello para completar su ingreso tiene que laborar con dos o tres empleadores.
Subrayó que es ahí donde se vuelve compleja la incorporación a la seguridad social, donde la mayoría de estas trabajadoras tienen dos o tres empleadores.
Una de las dificultades es que si la trabajadora tiene varios patrones, debe juntar el dinero que le corresponde a cada uno porque el sistema obliga a que se haga un pago único mensual, y si alguno de ellos no quiere asegurarla, ella no puede hacer nada para exigirlo, ya que por ahora el programa está en fase de prueba y es voluntario.
Añadió Bermúdez Quiñones que en un gran número de casos uno de sus muchos empleadores no quiere cumplir con esta normativa.
Hasta mayo de 2021, el Programa había conseguido un total de 27 mil 640 personas incorporadas a nivel nacional; ésta cifra incluye a trabajadoras, trabajadores, así como a sus familias o personas dependientes. Si bien esta es una cifra récord en México de incorporación de trabajadoras del hogar remuneradas a la seguridad social, en realidad representa apenas 1 por ciento de las 2.4 millones de personas que hasta 2019 se dedicaban a esta labor.
El perfil de este 1 por ciento de personas no refleja la generalidad de las trabajadoras del hogar más precarias de este país: mujeres, entre los 35 y 49 años de edad, que habitan en México, ganan hasta un salario mínimo y se emplea con más de una familia o combina el trabajo del hogar con otra actividad económica, concluyó.