Solo se cosechó cerca de un 13 por ciento de lo que se proyectaba obtener en la producción de frijol que se tiene en Guadalupe Victoria, informó el alcalde, David Ramos Zepeda, quien puntualizó que se trata de un aproximado de ocho mil hectáreas solamente, de las 60 mil que se siembran tradicionalmente en un ciclo agrícola, de ahí que son las remesas procedentes de los Estados Unidos, las que mantienen a flote la actividad económica en el municipio.
Explicó que pese a iniciar con un ciclo de lluvias muy prometedor a partir del mes de julio, fue a partir de septiembre se detuvieron las precipitaciones, justo durante la etapa de floración de la mata de frijol, lo que provocó afectaciones importantes al momento de su crecimiento y maduración del producto para que se lograra una buena cosecha.
Desafortunadamente en un municipio como el de Guadalupe Victoria, todas las actividades giran en torno a la producción agrícola, incluida el desarrollo del comercio y los servicios, por lo que consideran que es una pérdida importante para la región, sobre todo si se toma en cuenta que sembrar una hectárea de frijol tiene un costo de ocho mil pesos, sin embargo solo se levantaron 200 kilos en promedio por cada hectárea.
“Estamos hablando de un ingreso promedio de entre cuatro y cinco mil pesos, para un gasto de ocho mil, es una pérdida importante”, comentó el alcalde, al reiterar que todo ello se refleja en las pérdidas del poder adquisitivo que se tienen en torno al resto de las actividades, pues en el caso del regreso a clases y más recientemente las ventas que comprenden al programa de El Buen Fin, disminuyeron considerablemente.
Detalló que el precio de garantía que le fue asignado al frijol de 27 pesos por kilogramo, resulta ya atractivo para los productores, lo que también ayuda a que cada vez se realice menos el coyotaje, “es un precio que se estuvo luchando por muchos años para que fuera igual o superior a lo que vale el litro de diesel como valor de referencia”, dijo.
Confían en que dicho valor de garantía continuará en otros ciclos, ya que para antes de darse a conocer la noticia, gran parte del frijol ya se había comercializado a través de otros intermediarios a un precio de 18 a 19 pesos por kilogramo; de ahí que para el 18 de noviembre cuando abrieron las bodegas de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex)) ya es poca la afluencia de personas que acuden para llevar su frijol.
De ahí que pidió a esta instancia fijar el precio de esta leguminosa incluso antes del inicio del ciclo agrícola, esto con el propósito de que los agricultores conozcan cuál es el panorama al que se enfrentarán y no los agarre por sorpresa el costo – producción, hasta noviembre, cuando se abren las bodegas.
