Ante la ola de agresiones contra mujeres en la Ciudad de México y gran parte del país, se están tomando determinaciones como el uso de botones de pánico o crear el banco de agresores, sin embargo este tipo de medidas deben estar bien sustentadas señaló Julieta Hernández Camargo al precisar que un 80% de las agresiones sexuales se dan en el entorno familiar.
La dirigente del colectivo social “Sí Hay Mujeres en Durango” expuso sus puntos de vista respecto de este tema y puntualizó que crear un banco de agresores de poco o nada servirá y además está probado que los llamados “botones de pánico” no son efectivos porque nadie auxilia a las victimas al momento de alguna agresión.
Aunque estableció que el botón de pánico debe estar en el celular y muy accesible y conectado con las patrullas. En cuanto a taxis y uber debe utilizarse un sistema de tomar foto del conductor del carro y ahí si que esté en un banco de datos donde respondan de inmediato.
Advirtió Hernández Camargo que para todo tipo de violencia, no sólo la comunitaria, habría que hacer trabajo desde la casa, ya que se debe acabar con el machismo porque es un hecho que muchos hombres se sientan superiores a las mujeres y ello genera violencia.
También refirió que un 80% de las agresiones o ataques de carácter sexual se dan en el entorno familiar; fomentar que se terminen los secretos familiares para que se denuncie a los agresores aunque sean parientes cercanos. Datos estadísticos del INEGI arrojan que de los ataques sexuales perpetrados en mujeres desde su infancia, un 20.1% de ellos fueron cometidos por tíos, el 16% a cargo de un vecino o conocido no familiar, 15.7% primos y hasta en un 8.5% los ataques fueron cometidos por hermanos.