La Dirección Municipal de Salud Pública realizó un análisis del número de atenciones que se han otorgado en el Hospital Municipal del Niño durante un año, en este se encontró que la mayoría se concentran en menores que viven en colonias como San Carlos, Jardines de Cancún, Isabel Almanza y Arroyo Seco, lugares en donde se concentra un importante número de ladrilleras, informó el director de la dependencia, Juan Esteban Aguilar Esquivel.
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Explicó que en comparación con el resto de la población, donde están libres de este tipo de obradores, las niñas, niños y adolescentes que acudieron por una afección respiratoria, corresponden a la zona de los asentamientos antes mencionados.
“Eso fue algo que le compartimos a la Dirección Municipal de Medio Ambiente para que lo tuvieran como un elemento que pudiera justificar el motivo por el que deben trasladarse a otro lugar donde puedan disminuir la capacidad que generar un daño al resto de la población”, comentó el médico, quien dijo no estar en contra de la actividad económica, sin embargo esto ya afecta la salud de los ciudadanos.
La idea no es que el obrador deje de funcionar, sino que se retire a un lugar donde en sus alrededores no exista un lugar habitacional, donde la población pueda resultar afectada.
Y es que en su mayoría concentran cuadros respiratorias como rinitis, laringitis neumonía, entre otras que pueden volverse una enfermedad crónica de no ser atendidas a tiempo y la exposición constante; cuyos resultaron se observaron después de un monitoreo realizado en un perímetro de tres kilómetros de los sitios donde se encuentran las ladrilleras.
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"Imagínate a una persona que desde los cinco años a los 15 años que pueda estar en ese lugar, es como si alguien en todo momento le estuviera emitiendo aire con elementos que generan inflamación del tejido pulmonar, que a lo mejor a los 15 años no va a pasar nada, pero muy probablemente a los 45 o 50 años se van a comenzar a presentar cambios fibróticos".
Insistió que esto solo fue una pequeña muestra de la población que acude al Hospital Municipal del Niño, sin embargo la población que habita en colonias o fraccionamientos donde hay un alto índice de contaminantes generados por la quema para cocer el ladrillo, es mucho mayor.