El exalcalde y senador con licencia, José Ramón Enríquez Herrera, ha hecho de la mentira su tónica.
Se “adornó” cuando se incendió el Mercado Gómez Palacio y les ofreció a los locatarios todo su apoyo y hasta prometió hacerse cargo de todos los daños.
A decir del dirigente municipal de la CNOP, Antonio Morales Guzmán, el municipio no aportó ni un solo peso para restaurar el inmueble.
El costo de 27 millones, que Enríquez ofreció primero pagarlos en su totalidad, y después participar en tres aportes con el Estado y la Federación con 9 millones.
Nunca puso ni un peso, pero lo más grave, es que con mucha temeridad aseguraba que él iba a pagar todo el costo.
Tuvo que salir al quite el gobernador José. R. Aispuro que aportó la parte del Gobierno del Estado, la del gobierno municipal y gestionó lo correspondiente al gobierno federal.
El dirigente ceneopista lamentó que por tanto tiempo el pueblo de Durango haya sido engañado por un presidente municipal en quien confió y el que finalmente al dejar el gobierno le han salido tantos “piquitos”, como el parque vehicular inútil, los descuentos que ofreció que no se hicieron, adeudo a proveedores, a la Comisión Federal de Electricidad y si tuviera vergüenza, ya ni siquiera se presentaría para asumir su cargo de senador.