Los deseos de tranquilidad, paz, salud y estabilidad económica con los que inició este 2020 se esfumaron a principios de marzo con la llegada de la Covid-19 al país, su impacto ha sido tan fuerte que afectó la economía, así como la salud física y mental de muchas personas; además de terminar con la vida de más de 110 mil mexicanos, hasta la fecha.
En el ámbito de la salud mental, su afectación ha sido tal que el servicio de Urgencias Psiquiátricas se ha incrementado hasta en un 40% en el Hospital "Dr. Miguel Vallebueno", ubicado en la capital de Durango, además ha traído padecimientos como la depresión, acompañada del miedo, la angustia, desesperación e incluso intentos de suicidio en algunos casos.
A cerca de las repercusiones que esta pandemia ha tenido en la tranquilidad emocional de muchos duranguenses, señala la directora del Hospital de Salud Mental, Sandra Carolina Herrera Ortiz, que como nunca, este año se ha visto un incremento en el servicio de Urgencias Psiquiátricas, pues han atendido a personas con crisis de ansiedad, angustia o depresión, derivados ya sea del contagio por Covid-19 y su temor a morir, o debido a la pérdida de un ser querido.
La especialista señala que para atenuar la crisis con que llegan a Urgencias, a los pacientes se les médica con ansiolíticos o recomiendan atención psicoterapéutica para atender los desórdenes emocionales ocasionados por la pandemia.
El impacto ha sido tal que debido al confinamiento obligado, muchas personas han cambiado sus hábitos y experimentado sensaciones nocivas que les han llevado a un desequilibrio emocional.
En los hogares se ha incrementado la violencia, las personas pasan mayor tiempo frente al televisor, presentan irritabilidad, falta de concentración, trastornos del sueño y ello les causa un desorden interno.
Destaca la entrevistada que esta pandemia ha traído mucha depresión en las personas que llegan a la consulta desesperadas, angustiadas y con mucho temor por situaciones que han vivido. Es un miedo terrible a infectarse y luego a morir, ya que muchos de los pacientes han vivido de cerca la muerte de un familiar y además del duelo que les deja, muchos viven angustiados de correr la misma suerte.
La doctora Herrera Ortiz, señala que incluso han atendido a personas que ya atentaron contra su vida, dado que este duro trance les conduce a tomar determinaciones erróneas como el suicidio y es precisamente donde los profesionales de la salud mental los apoyan desde diversos ámbitos.
Pero este descontrol emocional, también ha afectado a adolescentes y niños en el hogar, según señala el director de Atención y Normatividad del instituto de Salud Mental del Estado de Durango, (ISMED), Roberto Cárdenas Arreola, quien refiere que la repercusión en la salud mental de este grupo social depende en gran parte del entorno en que se desempeñan.
Es un hecho que la pandemia ha ocasionado ansiedad, es por ello que los padres deben explicarles a sus hijos que este es sentimiento es normal, si se toma en cuenta el momento que se vive; de ahí que deben orientales para que esta sensación no se agrave.
Aunque existe el riesgo de que la ansiedad se haga crónica en niños y adolescentes, sus padres deben apoyarlos al establecer rutinas y actividades diarias en el hogar, con la finalidad de que pasen buena parte del día ocupados. “Tienen que evitar pasar más de dos horas diarias frente a una pantalla, porque ello ocasiona irritabilidad y falta de concentración e incluso falta de sueño”, refiere el doctor.
Asimismo recomienda que se tenga actividad física frecuente, misma que puede ser al interior de la casa, ya sea bailar, activación o cualquier tipo de ejercicios. Debe evitarse la exposición a noticias sensacionalistas o amarillistas sobre el tema de la Covid, pues ello genera impacto negativo en la salud mental.
Cárdenas Arreola, destacó además que la Salud Mental de adolescentes y niños se basa mucho en la estabilidad de sus padres; de ahí que ellos deben adquirir primero todos los hábitos señalados para que se los transmitan a sus hijos y generen en ellos una sensación de tranquilidad.
"En agosto pasado perdí a mi madre debido al Covid-19 y además me contagié, es una situación desesperante que nunca me imaginé vivir y no se la deseo a nadie", relata brevemente César, un joven abogado que se desempeña como servidor público en una dependencia estatal.
En el estado de Durango, amén de la actualización de casos, se han registrado 22 mil 971 personas que han dado positivo a la Covid-19 y mil 362 fallecidos. Pero más allá de las cifras, cada infectado, cada muerto tienen nombre y apellido, con una historia de tristeza, angustia, discriminación, miedo y desesperación, como la que vivió el entrevistado.
Al expresarse con voz triste por el duelo que aún le embarga, César detalla que su madre de 61 años resultó infectada a finales de Julio pasado y fue internada de urgencia en el Hospital del IMSS, donde permaneció intubada durante 29 días, a pesar de que luchó como una "guerrera", finalmente perdió la batalla contra este virus.
"El contagio llegó de fuera y afectó a toda la familia; todos mis hermanos y yo nos infectamos, pero mi jefita no sobrevivió y lo peor es que no pudimos despedirnos de ella porque desde su ingreso al nosocomio perdimos contacto físico y solamente nos informaban de su estado de salud a través del celular", detalla.
Pero en medio de la angustia al saber que su madre podría morir, recibió la noticia que también era portador del virus y ello aumentó en él los sentimientos de miedo, angustia, desesperación y sobre todo la impotencia de tener que esperar lo peor.
Además señala el joven profesionista que logró sobreponerse a este contagio, que durante este proceso observó cómo los médicos no tenían una respuesta ante muchas interrogantes, quizá por el desconocimiento del virus y además debido al cansancio y hartazgo que ya era evidente en el personal médico.
Explicó que en medio de la pérdida de su madre y el contagio de todos sus hermanos, tuvieron que enfrentarse a la cruel discriminación de la gente porque los veían como "apestados".
"Entrabamos a la tienda o cualquier negocio en la colonia donde vivimos y la gente se salía, íbamos caminando por la calle y se cambiaban de acera, fue algo muy feo ser discriminado por tener Covid", refirió.
Aunque sus inquietudes son muchas y quisiera hablar más a cerca de la experiencia terrible que vivió, César concluye invitando a la gente para que se cuide y evite contagiarse, "esto es algo terrible que no se lo deseo a nadie"