“…he recibido este trabajo como bendición de Dios, claro que sí, así lo siento. Para mí esto no es malo, yo no he hecho millonadas de esto, ellas tampoco”, declaró doña Irma, toda una leyenda viviente en Durango, al contar sobre su historia en el trabajo sexual.
- Te puede interesar leer: Conoce la historia del “vaquero de fuego”, el famoso bailador del centro de Durango
Hasta ahora referirse a doña Irma en la tierra de los alacranes era sinónimo de misterio, y es que si bien son muchos los rumores que giran alrededor de su nombre, su rostro había estado solo en la imaginación de muchos; el escritor Alberto Serrato, colaborador de El Sol de Durango, dialogó con ella, y aquí te traemos todos los detalles.
A doña Irma se le encuentra en el corazón de la ciudad de Durango, en la zona centro, donde desde hace muchos años ella tenía un hotel; este inmueble y las circunstancias de aquellos tiempos marcaron su destino, el cual hoy sigue su paso.
“Era un pequeño hotelito que tenía yo, no era hotel de prostitución, sino que siempre fue hotel de paso. Entonces ya de ahí empezaron a llegar las muchachas, y de ahí me empecé yo también a, no a involucrar, simplemente que como yo he tenido varios hijos, por eso es que tuve que aceptar este trabajo”.
Los años pasaron y conforme el avance de estos, más mujeres se acercaban a ella en busca de un lugar para trabajar en el conocido como el oficio más antiguo; doña Irma accedía al ver la necesidad de quienes pretendían solamente tener una fuente de ingresos.
Opiniones encontradas y hasta adjetivos diversos son dirigidos a la famosa mujer duranguense, algo que para ella finalmente no pasa de eso; doña Irma sabe su propia historia, el por qué y para qué. El destino finalmente no se cuestiona, pues nada cambiaría.
“Si la gente lo ve como mal, pues Dios que nos bendiga a todos, porque a mí no me gusta que me digan ese apodo (madrota), pero yo casi no lo oigo que me digan así como la madrota”; y reiteró que este trabajo para ella es una bendición de Dios.
Trabajo sexual en Durango
Recientemente la Dirección Municipal de Salud Pública informó a El Sol de Durango que en la capital duranguense desempeñan la actividad del sexoservicio 220 mujeres, quienes están debidamente registradas a fin de ser revisadas medicamente de manera periódica.
Todas permanecen bajo la obligación de realizarse una revisión cada semana. Las revisiones conllevan: Consulta general, consulta ginecológica, pruebas de VIH, además que se les realiza cada tres meses una prueba VDRL para detectar casos de sífilis, y por otro lado citología cada seis meses.