“¡Ufff pésimo!”, exclamó la señora Martha de la Cruz Bonilla, comerciante de flores del mercado Gómez Palacio, el de mayor tradición en la ciudad de Durango, al hablar de cómo la ha tratado la pandemia, pues afirma que luego de que los apoyos oficiales nunca llegaron, tuvo que recurrir a un préstamo que le habilitó su hermano que vive en Estados Unidos, para poder reiniciar el negocio que opera desde 1985.
Ahora, comienza a surgir de nuevo la esperanza con el repunte en las ventas, aunque no como se requiere, pues a pesar de la proximidad del 10 de mayo, los pasillos de este centro de consumo permanecen la mayor parte del día semivacíos.
Recordó cómo el año anterior, en pleno inicio de la contingencia sanitaria, simplemente no hubo ventas, “nos la pasamos en casa, guardados”, dijo y explicó que consecuentemente su negocio que había subsistido exitosamente durante los últimos 35 años, se cayó, pensó incluso en desistir y cerrar. Sin embargo, recurrió a su hermano que vive en los Estados Unidos, para solicitar un préstamo y con este reiniciar labores en la florería Julieta.
Y es que, señaló con gesto amargo, “aunque en su momento nos provocó esperanza el anuncio de los gobiernos en el sentido de que nos otorgarían apoyos, préstamos, para salir adelante, estos jamás llegaron lamentablemente”.
A pregunta expresa, señaló que en efecto, a partir del 14 de febrero pasado, el negocio de las flores registra un alza importante en su actividad y desde entonces se ha mantenido, aunque no con la intensidad que se requiere, “si usted se fija los pasillos están casi vacíos, cuando en años anteriores para estas fechas la gente ya estaba comprando sus flores. Hoy no es así, esperamos que el sábado, el domingo y el lunes, mejore la situación”.
Indicó que sí hay una expectativa real de que mejoren las ventas este fin de semana, porque el Día de las madres es uno de los más importantes para este giro que expende rosas, lilis, gerberas, entre otras muchas que son del agrado de la gente.