En respuesta a la emergencia provocada por los incendios forestales en el estado de Durango, el gobernador Esteban Villegas ha emitido un llamado urgente a no escatimar recursos ni esfuerzos en la lucha contra el fuego. Específicamente, ha instado a priorizar los incendios registrados en los municipios de San Dimas, principalmente en los ejidos del Espadañal y Carboneras, donde las llamas han desafiado los esfuerzos de contención.
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La magnitud del desafío no es trivial. Desde el pasado 8 de mayo, el incendio en el ejido Espadañal de San Jerónimo ha persistido, desafiando la destreza de más de 300 personas coordinadas entre la Secretaría Estatal, la Coordinación Estatal de Protección Civil, SEDENA, y la CONAFOR. Este incendio en particular ha demostrado ser particularmente difícil de contener debido a su escala y complejidad geográfica.
Jorge Paniagua, Director de Gestión Integral de Riesgos de la Coordinación Estatal de Protección Civil, describió la situación como desafiante, especialmente con los fuertes vientos y la topografía empinada que caracteriza a la región. A pesar de estas adversidades, las comunidades locales han sido testigos del arduo trabajo de las brigadas estatales y federales.
El compromiso del gobierno se ha extendido más allá de la lucha contra el fuego. El helicóptero estatal ha estado en operación durante dos días, brindando apoyo a las zonas afectadas. Además, se ha iniciado la distribución de víveres tanto para los brigadistas como para las comunidades que han solicitado ayuda alimentaria.
La solidaridad de la comunidad también ha jugado un papel crucial en esta crisis. Desde pobladores hasta la Mina First Majestic y la Unidad Forestal No.4, han unido esfuerzos para enfrentar esta emergencia.
Sin embargo, el desafío no se limita al combate directo contra el fuego. La salud de los habitantes de las comunidades cercanas está en riesgo debido a la inhalación de humo. En respuesta, se está gestionando el envío de brigadas de salud para brindar atención a aquellos afectados.
En lo que va del año 2024, Durango ha enfrentado 190 incendios forestales, afectando una superficie de 17,655 hectáreas. A la fecha, seis incendios permanecen activos en diferentes regiones del estado, subrayando la urgencia de la situación.
Hasta este domingo, múltiples incendios continúan activos en diversas regiones de Durango, representando una amenaza persistente para el entorno natural y las comunidades afectadas. Entre las áreas más afectadas se encuentran el Ejido Carboneras y el Ejido Espadañal en el municipio de San Dimas, así como Santa María de Ocotán en el municipio del Mezquital, Cofradías en el municipio de Pueblo Nuevo, Ejido El Palomo en Guanaceví, y Charco Verde en Canelas.
La lucha contra estos incendios ha convocado una respuesta multifacética, donde participan diversos actores, tales como la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el Ejército Mexicano (SEDENA), la Coordinación Estatal de Protección Civil, el Gobierno Municipal de San Dimas, pobladores locales, la Mina First Majestic, poseedores de predios afectados, y la Unidad Forestal No.4. Estas entidades y comunidades se han unido en un esfuerzo conjunto para contener y extinguir los incendios forestales, protegiendo así el patrimonio natural y la seguridad de la población.