Reportero trotamundos, corresponsal de Televisa en Washington durante muchos años, dio cobertura a las Guerras de Irak y Afgnaistán y se entrevistó en diversas ocasiones con la madre Teresa de Calcuta, Gregorio Meraz Mejorado, de origen duranguense, de visita en esta capital platicó para los lectores de El Sol de Durango sobre su trayectoria periodística, que tuvo como fundamento, allá a finales de la década de los sesenta, precisamente en el Decano del Periodismo Estatal.
Meraz Mejorado llegó a El Sol de Durango por el año de 1968 a invitación del entonces jefe de publicidad, Ángel González Silva, “El Chale”, un personaje infaltable en la historia de más de siete décadas de este periódico.
“El Chale” la consiguió trabajar para el Roberto Herrera Campa, el “July”, en la sección de Deportes y en poco tiempo bajo la lección de este editor, aprendió las reglas básicas de redacción y además, en breve pudo armar Deportes ante alguna ausencia del titular.
Recuerda a Don Rodolfo Sánchez como jefe de Redacción, que fue quien lo pasó a información general, donde comenzó a cubrir notas políticas y ahí aprendió mucho de quienes adjetiva como “grandes maestros” y menciona a Pedro Rocha y Sida, a Nepo Romero y a Rubén Escárzaga, bajo la dirección de Don Francisco Armando, un gran director, enérgico y exigente, pero también un gran defensor del idioma que le permitió formar un buen estilo y aplicar las reglas gramaticales.
Tras algunos tres años como reportero en El Sol, Gregorio Meraz sintió que podía dar más. Tuvo el sueño de ir a la ciudad de México y para ello contó con todo el apoyo y aliento de su madre, la maestra Teresa Mejorado.
Meraz Mejorado, quien como ya se indica, fue corresponsal para Televisa cubriendo varios conflictos bélicos en el mundo, aun en Durango había visto el trabajo de Joaquín López Doriga en este tipo de cobertura de guerra y de ahí se configuró el sueño, le inspiró la idea de cumplir un papel como el de él.
Se imaginaba lo que se experimenta cuando se está en un país lejano o muy lejano y totalmente extraño, con un idioma desconocido, costumbres diferentes y en situaciones de riesgo.
Poco a poco fue trabajando para conseguir su sueño, vivir la experiencia de ser corresponsal de guerra.
Llegó luego a Televisa con Jacobo Zabludovsky, a quien en tres oportunidades le pidió trabajo y en los tres casos la respuesta fue que era aún muy joven y además le recomendó que se preparara más académicamente.
Entró en la Universidad Iberoamericana y a la vez se conectó con Televisa en el área de producción. Conoció a gente de Promociones. Aprendió mucho del tema de producción en promociones, al grado que fue transferido a hacer primero las campañas de Canal 8 y luego de la productora de Teleprogramas, importadora y exportadora de contenidos.
Recuerda que Jacobo no le dio nunca un no rotundo y para él eso resultó un gran aliciente.
Finalmente, la cuarta fue la vencida, “Parece que tú sí quieres ser”, le dijo Zabludovsky y lo envió con Raúl Hernández, jefe de Información y comenzó a trabajar.
Inicialmente hacía notas muy superficiales, triviales, entonces se filmaba con 16 milímetros.
El tiempo le fue abriendo caminos y en este recorrido el titular de 24 Horas durante muchos años, se convirtió en un gran personaje en la vida de Gregorio Meraz. Le aconsejó, le protegió, le impulsó, le orientó y poco a poco hizo las cosas al grado de que primero, se hizo director de noticias en Tijuana, organizando un noticiero que ya era obsoleto con Alfonso Valdivia.
Ahí en Tijuana pasó 10 años. Luego, se fue a San Diego a reabrir el buró de noticias de Televisa y finalmente llegó a Washington en los años 90, donde destacó como corresponsal de Televisa en la capital estadunidense, para dar cuenta de sucesos extraordinarios ocurridos en aquella gran nación en varios lustros.
En todos estos años, como se señala, ocurrieron una serie de eventos que resultaron importantes, enriquecedores, trascendentes para la vida del periodista duranguense, momentos de la historia contemporánea que son de gran interés periodístico.
En este periplo, Gregorio cubrió las guerras de Irak, la de Afganistan. Pero también aprendió mucho en las guerrillas de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, una experiencia previa a su recorrido por otros continentes.
Sin embargo, le dejó marcado y la califica como la experiencia más enriquecedora, el haber entrevistado hasta en cuatro ocasiones a la Madre Teresa de Calcuta. Con ella habló bastante y le inspiró mucho como un personaje de una gigantesca estatura intelectual, moral y espiritual, que además, influyó considerablemente en su forma de pensar.
A Meraz Mejorado, pionero de esta familia periodística de Durango, le tocó cubrir desastres naturales, como el funesto Katrina, que devastó con descomunal fuerza las costas de Texas y Florida en 2005; luego estuvo en un sismo en Haití.
Ha podido cubrir muchas historias y ha sido testigo de evolución de la situación de migrantes a en Estados Unidos.
Para el entrevistado, el periodismo es una labor que es como una ventana a todas las actividades del ser humano que permite un gran enriquecimiento en cada historia.
Gregorio Meraz vivió en el centro de la ciudad de Durango, en calle Hidalgo al norte. Entre sus amigos recuerda a Gustavo Linden, Héctor Nuncio y otros cuyo nombre no recuerda, éstos en primaria. Luego en la Universidad a personajes también conocidos como Antonio Villarreal, Luis Sergio Soto Jiménez, Luis Ángel Tejada Espino, las hermanas Avelar, “El Pili”, José Luis Burciaga, Enrique Torres Cabral, entre otros muchos a quienes estima.