Bajo el argumento de exceso de ruido causado por los tambores, los grupos de danzas, mejor conocidos como matachines, han comenzado a recibir llamados de atención por parte del Juzgado Cívico, quienes amenazan con sancionarlos con multas superiores a los cinco mil pesos si no retiran su actividad de las áreas habitacionales.
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En un encuentro con medios de comunicación, en las inmediaciones del antiguo Santuario de Guadalupe, líderes de estas agrupaciones, acompañados de la diputada Delia Enríquez Arriaga, dieron a conocer que incluso la danza Lobos Grises de la colonia López Portillo, recibió un requerimiento por parte del Juzgado Cívico y una multa por cinco mil 400 pesos a pagarse este lunes.
Su líder, Juana María Rodríguez, aseguró que el primer día que comenzaron con los ensayos propios de la temporada decembrina y con ello la presencia de las tradicionales danzas, llegó la Policía Ambiental, sin embargo no hubo ningún inconveniente, pues solo les informaron que el horario permitido para prácticas era de 20:00 a 22:00 horas.
“Danzar no es un delito, aquí el problema es de una vecina que nos hizo llegar este papel”, comentó Juana María, quien dijo, ellos y sus compañeros acatan las horas permitidas para los ensayos tal como les informó la autoridad municipal.
Para Mario Alberto López, líder de Danza con lobos, perteneciente a la colonia Rosas del Tepeyac, esto resulta extraño, pues entre los mensajes que les han hecho llegar a través de WhatsApp, les dicen que solo afiliándose a la agrupación Suma, que dirige la síndico municipal, Alicia Gamboa Martínez, pueden continuar con su labor sin ser molestados.
“Al principio pensamos que era solo un rumor, pero empezaron a molestarnos diciendo que nos teníamos que afiliar a Suma para que no existiera dicha multa. A nosotros no nos parece que son muchos años de tradición y ahora porque ensayamos o por el ruido, vayan y nos molesten”, dijo.
Aseguró que a partir de este mes y hasta diciembre inician a escucharse por todo Durango los ensayos de las danzas, y nunca se les había amenazado con multarlos por el ruido, pues la gente está consciente de que es la temporada en la que comienzan a presentarse diversas celebraciones religiosas.
Si esto continúa, estiman que al menos 200 grupos, muchos de ellos conformados por familias completas quienes ofrecen un servicio, se verán afectados ya que apenas tienen los recursos suficientes para mandar a hacer sus trajes de su propia bolsa, y todavía pagar la multa “no se me hace justo la verdad”.
Por su parte, la diputada de extracción morenista, consideró que es un acto de mala fe al utilizar un puesto en la administración para imponer un daño y luego ofrecer la solución, “con las tradiciones no”, dijo la legisladora, quien aseguró que este tipo de ejercicios benefician en el fomento a los hábitos de los jóvenes alejándolos de las adicciones.