Su nombre fue Francisco Sarabia Tinoco, y su apodo "El Conquistador del cielo"; según la historia, nació en el municipio de Lerdo, en Durango, y lamentablemente murió a corta edad, a los 38 años, luego de haber destacado en la aviación. Su muerte ocurrió de manera trágica el 7 de junio de 1939, pocos días antes que cumpliera sus 39 años.
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“En 1900 nació el piloto Francisco Sarabia Tinoco, considerado pionero de la aviación mexicana al romper el récord de velocidad en el vuelo Ciudad de México - Nueva York, con un tiempo de 10 horas 43 minutos”, escribió la Secretaría de Educación del Estado de México, al mencionar a mexicanos destacados en sus redes sociales.
Hoy el piloto duranguense sigue siendo recordado, y se le reconoce por sus intrépidas hazañas aéreas y por su interés por expandir el mercado aeronáutico mexicano. Y es que fue el primero en sobrevolar la zona del silencio, justo donde se registran sucesos inexplicables.
Incluso, en su caso algo extraño sucedió al momento en que Sarabia Tinoco sobrevolaba sobre el Bolsón de Mapimí, y como hubo un silencio total en su equipo de radio, no pudo avisar. En medio de la incertidumbre, tomó la decisión de hacer un aterrizaje forzoso de emergencia; en ese momento afortunadamente sobrevivió, pero, no se tuvo nunca una explicación de lo ocurrido.
Su experiencia en los aires se fortaleció, pues fue reconocida su pericia para atender esta emergencia; y es que resultó ileso. Su trayectoria en los aires fue amplia, pese a su corta edad; fue compartido en sus conocimientos y fundó una escuela para aviadores y mecánicos.
Lamentablemente murió haciendo lo que más le gustaba, volar. La historia de este duranguense refiere que murió en un trágico accidente aéreo, pues su avión se desplomó poco después de despegar desde Washington, D.C. con destino a la Ciudad de México. Para el momento de su partida, Francisco Sarabia acumuló 12 mil 600 horas de vuelo y entre 150 a 300 aterrizajes forzosos.