En una acción catalogada por padres de familia como un capricho por parte de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), este lunes 28 de agosto amaneció cerrada la Escuela Primaria número 13 "José Ignacio Soto", y como consecuencia el colectivo escolar que contempla al menos 70 infantes, así como personal docente y administrativo, excepto la directora que no hizo acto de presencia, se dieron cita al exterior de la institución ubicada en calle Pereyra de esta ciudad en espera de que se abran las puertas para iniciar actividades.
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Ivonne reyes, quién es la representante de los padres de familia en dicha escuela, lamentó la postura que asume la dependencia estatal, pues considera una irresponsabilidad total el dejar a estos infantes sin el derecho a recibir educación en el plantel en el que fueron inscritos de manera oficial tanto en febrero como en julio pasado, sin que para el efecto la SEED haya formulado algún aviso específico relativo a la suspensión de actividades escolares en este plantel.
Reyes Martínez aseguró que la Secretaría de Educación ha incurrido en una serie de anomalías que configuran como delitos al empecinarse en cerrar la escuela a pesar del desacuerdo por parte de padres de familia.
Y es que la dirección de la institución retuvo la documentación de todos los alumnos al término del ciclo anterior, incluso la de los que concluyeron sexto año y en consecuencia se vieron impedidos ante la falta de certificado de inscribirse en secundaria.
A la vez Ivonne Reyes refirió que durante las semanas anteriores la mayoría de los padres de familia estuvieron recibiendo llamadas telefónicas con amenazas en el sentido de que habría represalias en caso de que padres de familias y alumnos se presentaran a esta Escuela Primaria número 13 “José Ignacio Soto”, este lunes marcado por el calendario oficial como el arranque de las actividades escolares.