Iglesia católica rechaza a 3 de cada 10 aspirantes a sacerdotes

Se busca a jóvenes con verdadera vocación y una personalidad estable, señaló Noé Soto Valdez, vocero de la Arquidiócesis de Durango

Por: Luis Cárdenas

  · miércoles 13 de febrero de 2019

Se aplican diferentes filtros para el ingreso de jóvenes al Seminario.

La Iglesia Católica ha colocado filtros para permitir o no, el ingreso a los seminarios a jóvenes que buscan ordenarse en la Palabra de esta religión: verdadera vocación para convertirse en sacerdotes y una personalidad estable regida por una conducta que no conlleve tendencias homosexuales ni un pasado de abuso sexual; cada inicio de ciclo escolar seminarista, tres de cada 10 aspirantes son rechazados por estos filtros.

Desde el año 2000 con el papa Benedicto XVI ahora con el papa Francisco, la aceptación de los estudiantes al seminario Menor y Mayor es más estricta, señaló Noé Soto Valdez, vocero de la Arquidiócesis de Durango.

Es un tema muy delicado, acotó en entrevista para este matutino, ya que la juventud actual está más vulnerable, endeble, ante los problemas que provocan la desintegración familiar, la falta de valores, los vicios y el resquebrajamiento del tejido social.

Cada mayo se realiza un encuentro de fin de semana con los jóvenes que pretender ingresar a los seminarios para estudiar la religión católica, en julio durante una semana se lleva a cabo un curso conocido como “preseminario”, en este lapso, explicó Soto Valdez, apoyados de un conjunto de especialistas en las ciencias humanas, se determina el perfil psicológico del aspirante y la historia de vida que lo acompaña.

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“De esa manera es como nos damos cuenta si el muchacho sólo quiere estudiar una carrera y hacer, vamos, a decir la licenciatura en filosofía o si en verdad tiene los elementos internos para la vocación del sacerdocio, además a través de test, entrevistas, análisis psicológicos, determinamos las tendencias sexuales del joven y la verdad de su pasado”.

La Iglesia quiere y busca hombres con personalidad varonil, que sepan, que entiendan que la preparación sacerdotal es una cuestión de fe y vocación, de sacrificios mundanos y de castidad, anotó el padre Noé Soto.

La verdad está dicha y los casos de pederastia son una realidad, afirmó, por lo cual aún y ya dentro de los seminarios la vigilancia de que no se filtren conductas contrarias a lo establecido en los códigos canónicos es rutinaria.

“Habido casos de que en el último semestre casi después de ocho años de seminario se ha tenido que expulsar alumnos por motivos no congruentes con la fe católica, debemos de comenzar por limpiar las aulas de personalidades no dignas de profesar la palabra de Dios”, recalcó.

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Dijo que en la jurisdicción eclesiástica de la Arquidiócesis de Durango desde poco más de año y medio tiene efecto un proceso jurídico por abuso sexual contra un menor, empero la parte afectada interpuso la denuncia en los tribunales civiles y desconocen los detalles del caso. No obstante sobre el mismo, el tribunal eclesiástico de esta Arquidiócesis hace lo propio respecto a este caso, sin embargo atendiendo a los preceptos del derecho canónico, es en El Vaticano donde se resuelven estos procesos.