A principios del siglo XVII se fundó un pueblo de indios llamado El Durazno en el terreno que hoy ocupa la presa Guadalupe Victoria, contó para El Sol de Durango el historiador, Javier Guerrero Romero, quien explicó el porqué hoy se encuentran hundidos los vestigios de un panteón e incluso parte de la infraestructura de una iglesia en dicho lugar.
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Esto luego que Cruz Alfredo, un usuario de las redes sociales, compartiera en su cuenta de Facebook una serie de imágenes bajo la descripción: “Emerge cementerio en presa General Guadalupe Victoria debido a bajo nivel de agua por sequía”. En las fotografías aparecen algunas lapidas con los epitafios aún claros a la lectura. Además han quedado expuestos otros factores que dan muestra del pueblo que hubo ahí.
“Es cierto, se trata del panteón del pueblo de El Durazno, que fue reubicado cuando se construyó la presa Guadalupe Victoria. También es posible ver en las aguas del vaso la torre de la iglesia”, comentó el cronista duranguense.
El pueblo se ubicó en un punto cercano al pueblito, en el camino de ascenso a la cortina de la presa. En tanto, el recinto religioso que quedó hundido en la zona era atendido por Franciscanos, pero después, a finales del siglo XVIII, pasó a ser parte de las capillas de la Parroquia de Analco.
El pueblo estuvo siempre habitado, y se reubicó ante la inminente inundación que iba a sufrir al construirse la presa de Guadalupe Victoria, esto a principios de los años sesentas del siglo XX.
“La iglesia quedó sumergida al igual que todo el pueblo y el panteón en el vaso de la presa”.
Compartió incluso el historiador una fotografía de un documento que corresponde al registro de bautizo del 11 de agosto de 1799, de un nacimiento en El Durazno, inscrito en el libro de Bautizos de la Parroquia de Analco.