Fundadora de la campaña “Todas somos una”, que comenzó a funcionar justo una semana antes del inicio de la contingencia sanitaria como una manera de enfrentar las condiciones de inseguridad que privan durante la noche en las inmediaciones de unidades académicas universitarias como la Feca , Gabriela Nevárez Irigoyen, alumna de la carrera de Economía y Negocios de esa institución, afirmó que es evidente que falta iluminación, así como vigilancia por parte de las corporaciones de seguridad en esta parte de la ciudad.
Al abordar el tema, la estudiante señaló que el tema de banquetas oscuras que se traduce en claras condiciones de inseguridad en todo este entorno universitario, no es nuevo, con riesgo mayor para la comunidad femenil que cursa estudios en estas facultades.
Y es que, recuerda que junto con un grupo de compañeras, en el mes de marzo de 2020, conformaron el movimiento “Todas somos una”, que tuvo como objetivo precisamente el desarrollar acciones tendientes a mejorar las condiciones de seguridad en todo el campus, dado que los incidentes negativos en este sentido comenzaron a suceder y principalmente en contra de mujeres.
Llegó la pandemia y el movimiento por razones obvias, se suspendió. Ahora que se están reanudando las clases de manera presencial, luego de dos años, las condiciones no han cambiado.
Considera que deben mejorar las autoridades el aspecto de alumbrado público, dado que a la salida de los últimos grupos en la FECA y otras facultades aledañas, pasadas las nueve de la noche, la zona se encuentra solitaria oscura.
Además, se requiere también mayor presencia de las corporaciones de seguridad, como una manera de brindar este apoyo a la comunidad estudiantil, sobre todo a las mujeres, que cursa sus estudios en estas unidades académicas.