Las Brigadas Universitarias que implementó en una segunda edición la Universidad Juárez se están consolidando, en atención a la instrucción del rector Rubén Solís Ríos de salir a la calle, que la UJED esté en contacto con las necesidades de la sociedad y que los alumnos de las diferentes Escuelas y Facultades empiecen a conocer la problemática para que puedan elaborar respuestas contextualizadas en tiempo y forma, ya que eso les da una idea diferente de su trabajo con los demás, expresó la maestra María Eugenia Pérez Herrera, directora de Servicios Educativos de la máxima casa de estudios.
La también coordinadora de estos eventos, que de alguna manera cambian la perspectiva de los sectores vulnerables donde se aplican, compartió que en esta segunda edición se tuvo la oportunidad de que la intervención fuera en una escuela primaria de la colonia Legisladores, lo que permitió tener un respaldo en el trabajo físico, que las acciones de los brigadistas tuvieran impacto en los menores y sus familias.
Además, se logró la colaboración de organizaciones de la sociedad civil, lo cual también es una enseñanza en términos de vinculación-interacción con los estudiantes en la búsqueda de beneficios y mejoras a la comunidad del entorno; también se logró la articulación con dependencias como Medio Ambiente y el Instituto Municipal de la Familia, del Gobierno capitalino.
Destacó que otro aspecto importante es que los estudiantes de las diferentes licenciaturas se dieron cuenta de lo que pueden desarrollar en su campo, aplicando los conocimientos que se aprenden en las aulas. Además, conocieron cómo es la intervención del trabajo social, cómo se hace intervención desde la Medicina, Nutrición, Odontología, Ciencias Forestales, del área jurídica, de la Escuela Superior de Música, Pintura, Ciencias Exactas, y Ciencias Químicas.
Estas acciones también fortalecen los conocimientos teórico-prácticos de los estudiantes, ya que tienen un laboratorio social donde pueden desarrollar estrategias de intervención. También es importante destacar que los coordinadores de formación integral de las diferentes Facultades estuvieron en la colonia acompañando a sus estudiantes. Asimismo, esta intervención se potencia porque sirvió para la tesis doctoral del maestro Rafael Vázquez Becerra.
“Estamos muy contentos porque los estudiantes están satisfechos de su trabajo y empiezan a generar estrategias en redes de colaboración al interior de la institución y de manera externa con las dependencias municipales, esto nos pone en el camino de consolidar un proyecto de intervención, que si bien, no es novedoso para otras universidades del país, para Durango es una buena práctica que fortalece la formación integral de los estudiantes…”, destacó Pérez Herrera.
Con estas acciones que la Universidad está llevando a zonas vulnerables está generando en sus estudiantes la solidaridad, la tolerancia, la inclusión, la donación de su tiempo, porque fueron ocho fines de semana empleados en estos trabajos y la retribución que los jóvenes sienten por arrancar una sonrisa o ver que su orientación jurídica tuvo sentido para una familia, o que el trabajo de terapia familiar ayudó a sanar o redirigir una dinámica familiar que ahora está mejor, que pudieron concientizar a la gente de que la revisión dental es importante y esto se logra a través de laboratorios, imprescindibles en estos tiempos para la formación integral de los estudiantes universitarios, concluyó.