Además del rezago académico que ha provocado la pandemia en una de las instituciones de mayor prestigio académico en Durango, como lo es el CBTIS 110, las condiciones anímicas de la población estudiantil también se vieron diezmadas, en una condición que aun no termina por superar esta institución.
Mucio Gabriel Moreno Irigoyen, director de esta institución educativa, subrayó en torno a este tema, que efectivamente, hay un rezago académico propio de las circunstancias en las que se dio todo el trabajo durante los ciclos de pandemia.
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Y es que, subrayó, “no es lo mismo trabajar en línea que hacerlo en forma presencial; si bien se hicieron tremendos esfuerzos para atender a los alumnos, se crearon nuevas habilidades, los maestros trabajaron muy duro en capacitarse y en crear formas de comunicación, pero ninguna de ellas sustituye el tener a los estudiantes en el aula y más a la edad de esta comunidad”.
Probablemente un adulto sea más consciente y puede trabajar de manera más exitosa en línea, pero un chico de la edad de los bachilleres del CBTIS, necesitan el contacto tanto con sus compañeros como con el maestro, el desarrollo integral que ofrece la estancia en la escuela, reforzó el entrevistado.
Lamentablemente sí hay un rezago; “se hicieron esfuerzos extraordinarios para mantener la matrícula, lo cual se logró. Sin embargo, existen aun asuntos pendientes por el rezago originado por la pandemia”, reiteró el director de la institución, quien añadió que actualmente el alumnado ya está en las aulas y se trabajando paulatinamente para resarcir ese rezago.
Destacó que los chicos que egresaron el semestre pasado del CBTIS 110, tuvieron un curso de recuperación de saberes para presentar el examen Ceneval de nivel superior. Se prepararon durante diez sábados; “igualmente con los egresados a primer semestre se desarrolló un programa donde colaboraron los estudiantes de quinto semestre de más alto rendimiento, para poder recuperar los saberes de los recién llegados”.
En efecto, se han hecho tremendos esfuerzos, pero de nadie es desconocido que la pandemia nos dejó un rezago académico que aun se trabajo, aunque igualmente hubo una consecuencia emocional que los chicos aun no superan.
Aquí, explicó que desde la pandemia, a través de la oficina de Orientación educativa, “dimos seguimiento tanto en línea como de manera personalizada cuando se detectaban situaciones críticas y logramos disminuir en mucho la circunstancia anímica con la población estudiantil”.
No obstante, definitivamente el entusiasmo sigue menguado; “sin embargo, con el retorno a presencial trabajamos ya con estrategias para que cuando se regrese a clases en agosto próximo, haya una detección oportuna para dar el acompañamiento que los estudiantes necesiten”.
Finalmente marcó que cultura y deporte son rutas fundamentales ligadas al trabajo que se realiza para contribuir en el desarrollo integral de la población estudiantil del CBTIS 110.