A las 19:30 horas del martes 16 de junio, la estación de Bomberos recibió un llamado para atender un siniestro en la colonia Asentamientos Humanos, 13 viviendas de materiales frágiles eran consumidas por las llamas que lo destruían todo a su paso, incluidos animales de traspatio que fue imposible evacuar dado la intensidad y velocidad con la que el fuego se propagaba.
A la mañana siguiente el escenario era devastador para las 13 familias que lo perdieron todo en el lugar. Ahí quedaron las pocas posiciones que tenían, sus papeles personales, sus animales y la vida que habían construido en los últimos 10 años.
Para las autoridades aún no está claro cuál fue el motivo del incendio, “pudo haber sido una colilla de cigarro, que tiraron entre la hierba seca que había en todo el lugar, un corto circuito por las malas condiciones en las que está conectada la energía eléctrica”, comentó el director de Protección Civil municipal, Gustavo Paredes Moreno, mientras supervisaba las condiciones en las que se llevaba a cabo el retiro del escombro y cenizas que quedaron.
Cuando recibió la noticia, Florentina se encontraba en su lugar de trabajo, una maquiladora que se ubica cerca del lugar donde ocurrieron los hechos, asegura que durante el traslado solo pensaba en sus cuatro hijos, sus hermanas y dos de sus sobrinos. Todos vivían en la misma casita de materiales frágiles ubicada al rincón de la pequeña privada que conformaba el asentamiento urbano, cuya pobreza contrasta con las casas de los alrededores.
Florentina, es una mujer joven, cuenta que enviudó hace cuatro años y que esa pequeña casa a la que de a poco reunían material para iniciar con la construcción de una vivienda más segura, era lo único que tenían, “ahí se me quedó todo, hasta los papeles míos y de mis hijos. Ahora sí que nos quedamos sin nada”, cuenta triste mientras alimenta a dos de sus pequeños.
A Tomasa Lerma, el fuego la tomó por sorpresa en mientras estaba dentro de su vivienda, uno de sus tres hijos entró corriendo a decirle que una de las casas de atrás se estaba quemando “yo salí cuando ya venía la llamarada, lo que hice fue agarrar a mis hijos y salir corriendo. No alcanzamos a sacar nada”. En el hogar además de Tomasa, su esposo y tres niños, también vivían una hermana, y sus dos hijas.
La noche del incendio decidieron resguardarse con un primo que vive en la colonia siguiente, aunque asegura que ellos necesitan su propio espacio. Aunque siendo sinceros, ahora no hay nada claro “solo salí con lo que traía puesto”.
Ante esta difícil situación para las familias, la autoridad municipal dispuso la ayuda que se podía al momento, “nosotros pusimos a disposición los dos albergues que tenemos para poder llevárnoslos y que pasaran los días que fueran necesarios, protegidos y alimentados, en lo que se resuelve cómo se les puede dar apoyos para que puedan levantar sus viviendas”, comentó la directora del DIF municipal, Sandra Corral, quien señaló que no fue necesario el traslado pues todos contaban con algún familiar para resguardarse.
Lo que sí les proporcionaron en ese instante fue apoyo alimentario y cobijas, de ahí que la institución se encuentra preparada solo para apoyarlos en lo elemental e inmediato.
Por su parte el director del Instituto Municipal de la Vivienda (Inmuvi), José Flores Hernández, señaló que por el momento es difícil apoyarlos bajo un esquema de apoyo para la construcción o créditos ya que ninguna de las familias cuenta con la propiedad del terreno y solo la Comisión Nacional del Agua (Conagua), es la instancia encargada de dictaminar la formalidad del asunto a fin de que el Inmuvi pueda comenzar con la regularización de esta tierra, ya que anteriormente ese lugar era parte del cauce del Arroyo Seco.
Por el momento, las familias se encuentran con familiares o amigos, quienes decidieron alojarlos en sus hogares en lo que se concluye con la limpieza del lugar y tal vez reiniciar una construcción nuevamente de madera y láminas.