Durante los dos últimos años el consumo de carne de caballo en Durango se ha incrementado, consecuentemente afectando a ganaderos que han disminuido su matanza y aunque el derivado equino no es dañino, aquí se constituye un fraude al consumidor porque en la mayoría de los casos ofrecen "gato por liebre", afirmó en entrevista Rogelio Soto Ochoa.
Al ser cuestionado sobre este particular, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango puntualizó que la mencionada carne no es mala, ya que por su bajo contenido en grasa la hace más magra y significa menos colesterol.
Sin embargo aquí hay varias situaciones irregulares no por el producto en sí, más bien por su comercialización. En primer término reconoció que la demanda se ha incrementado en la ciudad de dos años a la fecha, lo cual representa una competencia desleal para los productores de carne de bovino que han bajado el nivel de matanza en Ciudad Pecuaria.
Aclaró que quienes venden carne de equino la adquieren lícitamente porque en Fresnillo, Zacatecas, desde hace mucho tiempo hay un rastro certificado que ofrece este producto, de tal forma que sale empaquetado y sin ningún riesgo para el consumidor.
La desventaja a que se enfrentan los ganaderos es que la carne de caballo sale un 50 % más barata, por ello son desplazados en aquellos lugares que la adquieren para venderla al público.
Sin embargo, advirtió Soto Ochoa que aquí el engaño surge porque este derivado cárnico lo ofrecen como si fuera carne de res, es decir que les cuesta mucho menos y la venden como "original".