Es inminente el aumento del 20 por ciento al salario mínimo para el próximo año, por lo que los trabajadores que estén dados de alta con éste ahora recibirá 248 pesos diarios, y aunque los empresarios dicen no estar en contra, pues los trabajadores deben tener un salario digno de acuerdo a las necesidades actuales, sin duda será un golpe para el sector comercial, sobre todo aquel de menores ingresos y pese a ello aseguran que no alcanzarán para adquirir la canasta básica..
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De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Durango, Eduardo Rodríguez Gálvez, esto debería venir con algún incentivo fiscal o uno que genere mayor productividad en las empresas locales.
“Para mí es un arma de doble filo, creo yo que si no hacemos cosas diferentes los empresarios desafortunadamente esos aumentos van a ir al costo del producto final”, comentó. Y es que además del incremento salarial, también se han registrado otro tipo de aumentos como en la logística que incluye los traslados de las mercancías por carretera, han subido considerablemente.
Aunque el precio del acero se ha mantenido, los empresarios de la industria de la transformación no descartan que este tenga también un impacto una vez que entre el año 2024.
El alza en los insumos, la logística, costos de producción, y que sumados al aumento salarial, llegan a tener repercusiones en la productividad de las empresas, lo que en el caso de algunas maquiladoras ha derivado en el cierre, que si bien no depende directamente del gobierno, se trata de pérdida de empleos.
“Afortunadamente la mayoría de estas empresas que se han ido, han liquidado conforme a la ley, algunos inclusive han liquidado mejor a como marca la ley, lo que da certidumbre al colaborador de tener dinero”, comentó Rodríguez Gálvez, al afirmar que se trata de empleos que no se han recuperado en su totalidad.
“Nos queda claro que tanto Sedeco, como Secretaría del Trabajo y empresarios, hemos trabajado de la mano para buscar a esa gente que perdió el empleo, pero hay un porcentaje que no se ha podido insertar, incluso algunos han salido de Durango para buscar mejores oportunidades a las fronteras”, dijo.
Por lo que si bien el reto ha sido difícil, aún existen esperanzas de que al cierre del año, las empresas de la Canacintra, cumplan con sus obligaciones con los colaboradores.
Aunque confían en que llegarán más empresas nuevas, están convencidos que esto solo sucederá si mejoran su competitividad en la industria local, pues si bien el nearshoring “es un arma de doble filo”, debido a que la calidad y exigencia que se pide en las políticas de compra y servicio tienen estándares muy altos a nivel mundial.