Aunque por un tiempo los restauranteros sacrificaron la ganancia a fin de mantener los precios del menú pese a los incrementos en los insumos, finalmente tuvieron que ceder ante la entrada en vigor del nuevo aumento salarial del 20 por ciento a trabajadores, pues los trabajadores son la materia prima y se requieren mínimo entre cinco o seis personas para que un restaurante opere.
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De ahí que este año inevitablemente estos precios tendrán un aumento de entre un 15 y un 20 por ciento, para por lo menos no tener pérdidas, informó la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Adriana Porras Zubiría, desde el pasado mes de diciembre se incrementó en un siete por ciento el consumo en restaurantes.
Mientras que en enero seguirán ajustando sus precios aquellos no lo hicieron a finales del año pasado o que aumentaron poco porcentaje han comenzado a igualar los costos de acuerdo a la inflación.
Explicó que lamentablemente esto ya mantiene en jaque a algunas empresas dedicadas a la venta de comida, ya que se ha vuelto insostenible para algunos empresarios el mantener una plantilla laboral elevada y tampoco es posible sostener un negocio de este tipo sin suficiente personal, ello implicaría pegarle también al servicio que ofrece al comensal.
Argumentó que entre un 10 y 15 por ciento de sus compañeros ya operaban en un punto de equilibrio, sin embargo con el aumento a los salarios del 20 por ciento implica un golpe fuerte que solo se controlará si se busca generar estrategias de venta, promoción y disminución de gastos fijos, aunque todo depende de cómo se mueve la economía en el estado.
Al entrevistar a algunos comensales, fue el señor Ignacio quien señaló que es cliente frecuente de un lugar donde sirven desayunos, “normalmente pagaba 90 pesos por un omelette y 25 pesos por un café, ahora que volví pagué 200 pesos por el mismo platillo que he consumido durante mucho tiempo y por el cual nunca pagué tal cantidad”, dijo impresionado.
Y es que a pesar de que el huevo mantuvo sus costos de entre 30 y 35 pesos el kilogramo, según los vendedores del mercado de abastos Francisco Villa, otros insumos también empleados para su preparación sí tuvieron un aumento importante, aunado al relativo del personal.