Ante la necesidad de construir vivienda cada vez más alejada de la zona urbanizada, quienes se dedican a la venta de lotes para construcción han optado por realizar la perforación de pozos y adquirir los derechos de agua, así como construir sus propias plantas de tratamiento de aguas residuales, a fin crecer y desarrollar vivienda en donde se cuente con reserva territorial, así lo dio a conocer el vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Antonio Félix Sariñana.
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Aseguró que el problema en ocasiones es que al encontrarse estos terrenos en la periferia de la ciudad se enfrentan al problema de la factibilidad en los servicios, por eso han debido sumar con el Gobierno municipal, pues en su caso incluso construyó un colector pluvial hasta la planta sur.
“Nos tenemos que adecuar a las condiciones porque no en todas las zonas de Durango existen los servicios de cabecera”, comentó el empresario quien se dedica a la venta de terrenos en fraccionamientos, quien señaló que todo este proceso de dotar de servicios públicos de manera propia y no a través del Ayuntamiento, genera un costo adicional y ello incrementa el costo de la urbanización hasta en un 20 por ciento.
De ahí que los terrenos de este tipo de fraccionamientos varían de acuerdo a la ubicación de los proyectos, con costos de hasta seis mil pesos el metro cuadrado aproximadamente, en una zona residencial como Villas Campestre, “un ambiente cómodo y que tiene mucha demanda”; sin embargo existen otros que se encuentran en la periferia, después del poblado Gabino Santillán, el metro cuadrado llega a tener un precio de tres mil pesos el metro cuadrado.
“Existe una gran diferencia entre el costo de los proyectos bien ubicados y los que no están tan bien ubicados”, comentó Félix Sariñana, quien aseguró que finalmente al desarrollador de este tipo de proyectos le cuesta lo mismo urbanizar en cualquier zona.
Sin embargo también depende de las posibilidades que se tengan en ese terreno de perforación de pozos o construcción de plantas de tratamiento, servicios que posteriormente son cedidos al Gobierno municipal de Durango.
Argumentó que los fraccionamientos que ellos desarrollan están diseñados para las personas que buscan vivir de una manera digna y contar con todos los servicios públicos de manera regular, por lo que en el caso de los asentamientos irregulares están fuera de esta dinámica, ya que son adquiridos en su mayoría por personas que no cuentan con los recursos para adquirir una vivienda con todos los servicios.
“No nos afecta a nosotros directamente, pero sí afecta a todo Durango, porque entonces estamos causando y permitiendo un mal desarrollo”, comentó.