En los próximos días la Junta Directiva de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), analizará tres casos de docentes a los que se les inició un proceso derivado de una denuncia por violencia de género, informó el rector de la institución, Rubén Solís Ríos, quien recordó que apenas el mes de diciembre se expulsó a un docente y dos estudiantes de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia, por hechos similares.
- Te recomendamos: Muertes violentas de mujeres serán investigadas como feminicidios, promete Sheinbaum
Sin precisar datos para no interferir en el proceso, informó que se trata de dos maestros y un alumno, los señalados en los hechos ocurridos en las Facultades de Economía Contaduría y Administración (FECA), de Ciencias Biológicas, además de Veterinaria y Zootecnia que nuevamente aparece entre los casos denunciados.
Explicó que antes de que él llegara a la rectoría, la violencia de género era un asunto que no se atendía al interior de la Máxima Casa de Estudios del estado, “nosotros somos los primeros que lo estamos haciendo y está dando resultados”, dijo Solís Ríos, al referir que este 8 de marzo, serán respetuosos de las manifestaciones que se presenten, incluso no habrá represiones, ni retiro de las denuncias públicas que realicen en los tendederos.
Al cuestionarlo si habrá resguardo de sus edificios durante el desarrollo de las manifestaciones por el movimiento del 8M, Solís Ríos, aseguró que no lo han hecho durante estos años y no harán, de ahí que los inmuebles que regularmente son pintados, como el que alberga la Biblioteca de la UJED, solo son restaurados una vez que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realiza su labor.
Recordó que fue durante una manifestación en el Edificio Central cuando se dañaron las puertas de acceso al recinto, este probablemente es el que registró consecuencias de mayores dimensiones, sin embargo los gastos de reparación corrieron a cargo del INAH ya que es considerado como monumento histórico.
Fueron ellos quienes asumieron la reparación a través de sus especialistas, quienes por más de un mes se dedicaron a la restauración de una de las puertas, ya que tiene un valor histórico; de igual forma trabajaron en la cantera que se dañó en el propio edificio.
“Nosotros tenemos prohibido restaurar porque son edificios considerados como monumentos históricos”, asimismo advirtió que no se requiere seguridad en sus instalaciones, por lo que no han hecho ningún llamado a las instancias policiacas.