“Al cumplirse dos años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la elección federal de 2018, su gobierno ha hecho crisis, se encuentra sin rumbo y él sigue en la repartición de culpas y promesas, sin articular una respuesta apropiada al tamaño de los retos que enfrenta su gobierno y el país”.
Así lo expresó Luis Enrique Benítez Ojeda, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, quien consideró que aunque persiguió su objetivo por 18 años, a López Obrador le bastó un año y medio para terminar con “la esperanza de México”.
“Hoy vivimos en un país cuya sociedad se ha dividido, se ha polarizado. El cambio derivado de la elección en 2018 lejos de llevarnos a lograr un avance para el país, ha representado un retroceso en todas las áreas de la vida pública”. Dijo que los mexicanos sienten miedo hasta de salir a la calle debido a que el crimen organizado se ha fortalecido; históricamente, se registran alrededor de 40 mil homicidios en 18 meses, 5 mil 800 de ellos perpetrados a mujeres. “Aún son más los balazos que los abrazos”, lamentó el dirigente.
Al referirse al tema de salud, Luis Enrique Benítez Ojeda recordó que la pandemia alcanza cada día nuevos picos aunque el vocero del gobierno había anunciado su fin el 25 de junio, y los tratamientos para niños y adultos con cáncer han desaparecido del sistema de salud. Mientras que el 60 por ciento de los hogares mexicanos han visto afectados sus ingresos y batallan incluso para cubrir gastos básicos; “como lo han señalado los especialistas, vemos ya los efectos de la crisis económica más grave y profunda que haya atravesado nuestro país”.
México está paralizado, señaló, los inversionistas retiran sus capitales del país y este derrumbe económico se traduce en pérdida de empleos y más pobreza. El campo, abandonado. Se borraron de un plumazo los refugios para mujeres y las estancias infantiles. Para nada de esto hay respuestas.
Por otra parte, advirtió Luis Enrique Benítez Ojeda, la bandera de combate a la corrupción y la impunidad que usó para llegar al poder ha sido pisoteada por sus más cercanos: sus hijos evidenciando excesos, sus colaboradores enriquecidos sin medida como las secretarias de la Función Pública y de Energía, el director del IMSS, la directora de Conade o la exdirigente de su partido Morena.