El que los adolescentes no tengan un núcleo familiar integrado es el común denominador que los orilla a cometer una conducta calificada como delito, por eso es importante el cuidado y la educación de la familia, indicó el director del Centro Especializado en Reintegración y Tratamiento para Menores Infractores (Certmi), Arturo Jiménez Ramos.
En este momento son 12 menores la población que se encuentra en el Certmi y que llegaron por delitos como robo, violación, delitos contra la salud y tráfico de personas; en el caso de quienes están acusados por robo, lo realizaron con violencia, de ahí que fue considerada la privación de la libertad por parte de la autoridad jurídica.
Para que pueda un menor estar privado de su libertad debe tener 14 años cumplidos, en caso de haber cometido un delito y es menor a esta edad, debe establecerse otro mecanismo para que cumpla su proceso en libertad. Fue desde el 2017 cuando se estableció que algunos procesos fueran llevados en libertad y solo los delitos graves o considerados de adultos merecen la privación de la libertad.
El director dijo que afortunadamente no se han presentado casos de reincidencia y de hecho sobre la reinserción de los menores, detalló que se han tenido casos positivos y favorables, pues se ha logrado la reincorporación a una actividad laboral, que continúen sus estudios y realicen algún deporte.
Destacó que los adolescentes a su cargo han resultado muy sobresalientes en los deportes, pues el año pasado ganaron un torneo de basquetbol, y tienen a jóvenes talentosos en disciplinas como box y fútbol, actividades con las que se mantienen activos.