- Mundialmente el 8.5 por ciento de los pilotos son mujeres, “…dejé el miedo de lado (…) y aquí estoy contando mi historia, mi experiencia”
Para Rosy Márquez Rentería pilotear un avión representa un cúmulo de emociones, en ese momento además de sentirse la mujer más afortunada del mundo por estar cumpliendo su sueño, también revolotean en ella el sentimiento de orgullo y satisfacción, se siente empoderada y con mariposas en el estómago.
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Éste pudiera sería un resumen de su experiencia por los aires, sin embargo, su historia comenzó mucho antes, y fue un desfile militar el que marcó su vocación y pasión.
“Fuimos a un desfile militar… los militares imponen y yo estaba muy emocionada, pero de pronto escuché que pasaron los aviones, volteé y me quedé embobada con esa imagen. Me acuerdo que le dije a mi tía que yo quería hacer eso, ahí inicia la parte en que yo quiero ser piloto”, contó para El Sol de Durango Rosy Márquez Rentería, aquella niña que hoy se presenta como Piloto Aviador Privado de Ala Fija.
A partir de aquel día sus intenciones y sueño por ser piloto militar se acrecentaron, y a la par fue insistente con su madre, pues con su ayuda podría lograrlo. De frente a ello su mamá le pidió demostrarle que en realidad quería ser piloto.
En ese objetivo Rosy ingresó para hacer su Servicio Militar Nacional voluntario; cada sábado por un año asistió puntualmente. “Me hice muy disciplinada, tanto que mi mamá me dio la oportunidad”.
No fue fácil, pues a la par que estudió la licenciatura de Administración, presentó exámenes para ingresar a la Marina y a la Fuerza Aérea, por cuatro y dos años seguidos, respectivamente.
“No quedé, es un tema muy estricto, pero hice mi licenciatura, soy licenciada en Administración”. Enseguida su decisión fue ingresar al Instituto de Capacitación Aérea Especializada (ICAE), que tiene su base en Tepic, Nayarit, pero también en Durango. Aprovechó para mencionar a los Capitanes Pilotos Aviadores: Ricardo Escobar, Guillermo Meseguer, Francisco López Mendiola y Jorge Franco, de quienes aprendió.
A pregunta expresa sobre los retos que enfrenta una mujer para destacar en ámbitos como éste, confesó que también ahí hay machismo, y es complicado enfrentarse a el. En ocasiones se tiene que demostrar el doble, pues no falta quien dude que una mujer también puede.
Reconoce que fue complicado, pero su decisión, sus ganas, su disciplina y perseverancia, hoy dan frutos. El camino aún sigue, pues son varias las etapas que un piloto tiene que tomar y avanzar.
- “Estar arriba volando un avión me hace sentir orgullosa y satisfecha de todo el camino que he construido para llevar a cabo mi sueño, me siento empoderada, responsable. Y lo hago con amor, profesionalismo, y claro que con un estudio previo que aprendí de mis instructores y la práctica adquirida en estos años”.
Años de soñar, de luchar, trabajar, estudiar, y años de aprendizaje, se traducen en orgullosas emociones que tiene Rosy cada vez que le toca pilotear.
“Me siento súper feliz cada que voy camino al aeropuerto, cada que lleno un plan de vuelo, que saludo a mis colegas, que hago un chequeo del avión, que hago el check list del avión, cada que me comunico con torre, y obviamente cada que torre me autoriza el despegue. Y cuando meto toda la potencia para despegar, no hay sensación que pueda describir, pero me hace sentir mariposas en el estómago”.
También, además de cumplirle el sueño a aquella niña que se vio atraída por los aviones militares, durante un desfile, y alimentar su orgullo, Rosy Márquez Rentería, Piloto Aviador Privado de Ala Fija, sabe que al tomar control de un avión lleva en sus manos un compromiso de responsabilidad, de hacer las cosas bien, de seguir preparando, y que todo debe ser con dedicación y disciplina.
Mundialmente el 8.5 por ciento de los pilotos son mujeres, y aunque es un porcentaje muy bajo, finalmente es una esperanza, pues incluso años atrás no se veía a mujeres volando u avión. “…dejé el miedo de lado (…) y aquí estoy contando mi historia, mi experiencia”.