En su búsqueda por la superación personal y el cumplimiento de sus objetivos profesionales, miles de mujeres duranguenses salen de sus casas en dirección a la que ya consideran un segundo hogar y donde además obtienen un sustento para ellas y sus familias.
A su llegada a Durango, hace más de cinco años, la empresa de manufactura Coficab se encargó de integrar a un grupo de mujeres a su equipo de trabajo, principalmente en el área administrativa. A la fecha esta institución cuenta con un grupo de 62, lo que representa el 12% de la población total de la planta que se encuentra en esta ciudad.
Dolores López, gerente de Recursos Humanos asegura que las mujeres tienen las mismas habilidades que los hombres, pueden tomar decisiones, producir y aunque físicamente no son iguales, sus capacidades son las mismas para dirigir, ejecutar y trabajar.
Marisol se asegura de todos tengan el mejor desarrollo personal y profesional
Desde hace cinco años, Marisol Martínez reparte su tiempo entre su hogar y el trabajo. Mientras espera la llegada de su primer hijo, se asegura que quienes laboran en la empresa tengan el mejor desarrollo personal y profesional al interior de la compañía, a través del entrenamiento y el cumplimiento de los requerimientos del cliente, normas internacionales y el propio gobierno.
“Ha sido muy fácil, cómodo y gratificante trabajar aquí”, dijo visiblemente emocionada, pues se siente incluida dentro de un equipo de trabajo donde su opinión es tomada en cuenta “la forma en la que trabajamos ahora no se parece en nada a la que teníamos hace cinco años, prácticamente es ir innovando y mejorando”, lo que de alguna manera tiene un impacto en su vida personal.
Como esposa y próximamente como madre siente una motivación adicional para levantarse todos los días y acudir al trabajo con una sonrisa, sabiendo que si bien es solo una pequeña parte de ese engranaje, el hecho de pertenecer a ese grupo minoritario de una actividad dominada por los hombres le da la satisfacción que requiere para seguir siempre hacia adelante y cumplir sus objetivos.
“Es padre ser parte de un grupo minoritario, pero hacerlo bien, ganarnos el lugar porque hacemos bien nuestro trabajo”, dijo orgullosa.
Adriana, un ejemplo para sus hijas
Adriana Solís es otro caso de éxito ya que con una familia donde debe educar y cuidar de dos hijas adolescentes, desde hace tres años forma parte del equipo de importaciones y exportaciones de Coficab, algo que para ella es un reto “en su mayoría son actividades desarrolladas por hombres, pero a la vez esto te permite trabajar con ellos de manera sinérgica y lograr un objetivo” comentó.
Sin importar los obstáculos que se presenten y enfrentarse a actitudes machistas que eventualmente se presentan en un empleo de este tipo, lejos de detenerla, le dan la oportunidad de sumar a través de sus cualidades.
“Yo he trabajado durante muchos años en empresas dedicadas a la manufactura y en la mayoría de ellas te enfrentas a que el personal femenino es muy reducido, pero conforme la empresa va creciendo te das cuenta que va involucrando a más mujeres en sus diferentes áreas” comentó y aunque esto no ha sido fácil, el hecho de iniciar como analista, de ahí pasar a una jefatura y posteriormente a la gerencia, la llena de mucha satisfacción.
Su principal motivación sin duda son sus hijas, para quienes hoy en día es un ejemplo de perseverancia y lucha constante, de una mujer que no se queda en casa esperando a cumplir sueños, sino que va por ellos y los hace realidad.
“Soy contador público, estoy terminando la carrera de ingeniería industrial y al principio fue difícil, pero también es una manera de sentarme a convivir con mi familia ya que mientras estamos en casa nos sentamos a la mesa cada uno haciendo tareas y eso lejos de alejarnos, nos acercó mucho”, platica con una sonrisa en los labios y visiblemente emocionada cuando cuenta que también le piden sacar buenas calificaciones.
Griselda López, una contadora que aprendió de cables eléctricos
Actualmente dedicada a la venta de cableado eléctrico, Griselda López nunca imaginó que como contadora podría llegar a ocupar este cargo en una compañía de manufactura, de ahí que la satisface el hecho de superar cada día las situaciones que la vida laboral le presenta.
Su familia y el equipo con el que trabaja diariamente forman parte de un buen desempeño laboral, lo que al final la ha llevado a tener logros importantes como profesionista “te van dando ganas de más” dice risueña.
Griselda es hija única y al crecer en una familia donde ha siso lo más importante para sus padres, le emociona que ellos vean los triunfos que ha tenido y a la vez se sientan realizados, ya que también es un logro de ellos alcanzado.
“Yo sinceramente no me veo haciendo otra cosa que no sea lo que estoy haciendo o en otra empresa. Más bien me veo con crecimiento, vienen cambios para mi importantes” comentó.
Edith Alejandra, el manejo de las relaciones labores… su especialidad
Con casi dos años en la empresa Edith Alejandra Gaucín Castillo es la encargada del manejo de las relaciones laborales. De su trabajo le gusta la interacción que existe con los empleados, pues como ella lo describe, la mayoría del tiempo lo pasa en piso donde les da instrucciones y conoce las necesidades de su equipo de trabajo para darles una solución pronta y satisfactoria.
Su fortaleza y debilidad es su hijo de nueve años, quien a pesar de que hay ocasiones en las que le pide estar más tiempo con ella, sabe que lo que actualmente realiza es pensando en su bienestar y el de sus padres.
Procura valorar siempre el apoyo que le dan sus jefes ya que se suma como una fortaleza al momento de realizar su trabajo. Si bien es cierto, la convivencia diaria con los varones de la compañía, el brazo ejecutor de las tareas llega a representar un reto, su secreto es hablar siempre con respeto, escucharlos y siempre dar lo que tú quieres obtener de las personas.
“Lo más importante es ayudarlos, preguntarles si les pasa algo, si faltaron por alguna razón, saber si tienen algún problema. Nosotros tenemos la oportunidad de hablar con psicólogos y de ahí empieza a crecer el respeto hacia nosotros” dijo.
De ahí que sus objetivos actuales es crecer al interior de la empresa, no solo en el número de personal, sino de productividad y calidad “ser cada vez mejores, es la meta que tenemos todos”; mientras que en su casa todos los días sale al trabajo para darles una mejor calidad de vida a sus padres y a su hijo ayudarlo a cumplir su sueño de ser doctor.
Diana, la sensibilidad que se transforma en empatía
Diana Isabel Quiñones Alvarado es un ejemplo de que la juventud también es sinónimo de dedicación y compromiso, con tan solo 25 años tiene metas muy bien establecidas al interior de la compañía, pues quiere crecer y llegar a un puesto que le permita desarrollar sus habilidades profesionales, pero también viajar y conocer otros países, otras costumbres y otros estilos de trabajo.
“He aprendido muchísimo, he aprendido a hacer las cosas por mí misma y aprender a hacer negociaciones con el cliente” comentó Diana, cuyo objetivo es llegar a ser la primera mujer con un puesto gerencial en el área de producción ya que actualmente no existe ninguna en un puesto similar.
Al venir de una familia trabajadora, está convencida de que esa es la clave para cumplir tus sueños “yo vengo a trabajar, no importa si tengo que trabajar los fines de semana, yo estoy enfocada en eso” dice muy segura de sí misma y remata “me gusta mucho mi trabajo y eso ayuda mucho cuando estoy estresada”.
Pero eso no la exime de ser sensible y mostrar sus sentimientos cuando la situación se pone difícil, “si estoy enojada lloro, si estoy triste o estresada lloro”. Esto lejos de entorpecer su trabajo, la hace más humana, pues le permite demostrar que a pesar de estar en un ambiente donde impera la estructura y el trabajo sistematizado, ella no deja de ser una chica sensible.
“Soy más empática porque esto es un trabajo en equipo, no es solo saber que mi compañero está sufriendo, sino saber cómo solucionarlo todos juntos”, de ahí que sus padres están orgullosos de ella y constantemente quieren saber de su día a día en la compañía.
Radiografía general
En las descripciones de los puestos, Coficab es muy precisa y en algunos de estos, habilidades como la organización y el control estricto de la documentación requiere de la mano de una mujer. Aunque la intención de la compañía es siempre mantener el equilibrio entre ambos sexos.
“No nos fijamos en si es hombre o es mujer, sino en el mejor perfil” comentó la gerente de Recursos Humanos, quien señala que existen áreas donde sí es necesario extremar la selección, tal es el caso de la operatividad donde es necesario el uso de la fuerza física.
De ahí que actualmente solo se cuenta con dos mujeres en el área de producción esta forma parte de un proyecto piloto en el que primero analizan cuál es el desempeño de este sector en esta área y en caso de que los resultados sean satisfactorios, poder ampliar el catálogo de oportunidades para ellas también.