Actualmente, con mayor incidencia en las zonas alejadas de la capital, se sigue recurriendo a las parteras tradicionales, es decir, aquellas personas que por conocimientos adquiridos por sí mismas y orientadas por otras con gran experiencia, asisten a la madre durante un parto.
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La definición que les adjudica el Gobierno de México es: “Las parteras tradicionales son un agente comunitario de salud, que forman parte de la medicina tradicional indígena, reconocidas por la Organización Mundial de la Salud y el marco normativo mexicano”. Su gran labor desde siempre, y los resultados, han hecho que quienes llevan a cabo esta práctica, tengan toda la confianza de muchas mujeres en etapa de embarazo en Durango y México.
Sobre esta actividad en el estado, la Secretaría de Salud de Durango (SSD) compartió con El Sol de Durango el registro que se tiene de personas dedicadas a la partería; se trata de 56 parteras, distribuidas en diversos municipios, esto según los datos más recientes.
En la Jurisdicción Sanitaria número uno, que compete a Durango, se contabilizan 51 parteras, y la mayoría de éstas, 46, se encuentra en el municipio de Mezquital, ubicado en la Sierra, el último al sur del territorio estatal, y considerado el más pobre.
Siempre ha sido tema de debate la salud en esta región, pues por la lejanía, ante una emergencia los habitantes se ven en medio de un fuerte problema. Incluso es sabido que muchos recurren a Nayarit, el estado vecino, en busca de atención médica, ante la cercanía que se tiene, en comparación con la capital de Durango.
Además se tiene registro de otras tres personas parteras en Pueblo Nuevo, y una en Tamazula y San Dimas, respectivamente.
Por otro lado, en la Jurisdicción Sanitaria número dos, correspondiente a Gómez Palacio, contabiliza la Secretaría de Salud cinco parteras. La primera de ellas en Cuencamé, dos más en Lerdo, y dos también en Gómez Palacio. Cabe precisar que en esta Jurisdicción también se reporta un partero profesional.
“La partería es indispensable para todas aquellas áreas remotas que no cuentan con unidad médica cercana, además que por cuestiones de usos y costumbres las embarazadas en su mayoría de comunidades indígenas optan por este medio de atención”, señala la SSD.
Y abunda en que en las zonas urbanas es menos frecuente que se busque la atención de parteras tradicionales, aunque también se opta por buscar una atención centrada en la persona, integrando procedimientos clínicos con una experiencia positiva y trato humanizado.
“Entre los aspectos destacados de su trabajo se encuentran la atención prenatal, las visitas de puerperio, el contacto piel a piel inmediato después del nacimiento, el apego inmediato y la promoción de la lactancia materna exclusiva”.