Ante esta realidad generada por el Covid-19, la recuperación económica va a ser más prolongada, lenta y cruda. Para salir lo mejor librados de este reto, se deben asumir riesgos y en la primera oportunidad reactivar lo más pronto posible los sectores e industrias no esenciales, implementando los nuevos protocolos de salud señalados por el IMSS, “a todos nos urge y además necesitamos de nuestro trabajo”, señaló el presidente del Sector Privado Empresarial en Durango, Alejandro Armas Araujo.
Reconoció que como mexicanos nos encontramos ante la mayor crisis de salud y economía que el mundo ha vivido en tiempos modernos, equiparable por algunos expertos a la gran depresión de 1929.
Lamentablemente los efectos de esta enfermedad han cobrado ya muchas vidas en todo el mundo. En el tema económico, simplemente no se tiene precedente y las secuelas que ha dejado a su paso esta pandemia en cada región, ya son en algunos casos catastróficas.
Explicó que actualmente se enfrenta la primera fase, es decir, un estado de supervivencia y se estima que comprenderá los meses de abril a julio, donde el único objetivo es cuidar la salud y mantener de pie la mayor cantidad de empleos y centros de trabajo que sea posible.
La segunda fase es la reorganización, y se estima como mínimo de agosto a diciembre de este año; en este caso el reto fundamental es resistir y preparar la reactivación paulatina de la economía hacia la última fase que es la de crecimiento, misma que está proyectada para lograrse a partir de la capacidad de adaptación a las nuevas realidades y la implementación de las lecciones aprendidas.
Explicó que se han perdido a la fecha unos 700 mil empleos en el país, cifra equivalente a una de tasa del 6% de desempleo y el pronóstico de crecimiento es de -6.5. El consumo privado se ha contraído -5.1%, la inversión total está en -17.5 % al igual que las exportaciones e importaciones en -15 %.
El precio del petróleo, los ingresos por su venta están en mínimos históricos y se estima una disminución del 20% en los ingresos por remesas debido al desempleo en Estados Unidos.
Ante este panorama la recuperación no es algo que se vea en el corto y mediano plazo, bajo el actual escenario, no es de extrañar que muchas empresas de los sectores más afectados como el de servicios y manufactura hayan tenido que implementar todo tipo de acciones para proteger la salud y conservar los más empleos posibles, aunque algunas de ellas simplemente ya no pueden o no podrán hacerlo.
Ante esta realidad, lo único cierto es que la recuperación económica va a ser más prolongada, lenta y cruda; es por ello que para salir lo mejor librados de este reto, se deben asumir riesgos y en la primera oportunidad reactivar lo más pronto posible los sectores e industrias no esenciales, de la mano de los nuevos protocolos de salud señalados por el IMSS.
“Para lograrlo, no hay más que ser solidarios, hacerlo juntos y en paz; es por ello que celebramos la iniciativa del Gobierno estatal para la firma de este Acuerdo de armonía laboral y reactivación económica”.