Durango es un estado que tiene sus complejidades, no solo por su extensión territorial, sino por la cantidad de pequeñas poblaciones enclavadas en la zona serrana que viven con menos de 100 habitantes y hasta donde el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) debe llegar, por eso cuando al Maestro Efraín Limones García le dijeron que coordinaría el Censo de Población 2020 desde la tierra de Francisco Villa, sintió miedo y solo pensaba en el reto que esto representaba para él.
Reconoce que si bien, es una gran responsabilidad, su mayor miedo era que alguien pudiera resultar contagiado durante la pandemia, pues cabe destacar que las restricciones y confinamiento que se impuso en el primer semestre del año pasado, cayeron una semanas antes de que concluyera el trabajo en campo. Sin embargo, la fortuna estuvo de su lado, ya que de los tres mil 100 encuestadores que recorrieron todo el territorio estatal, ninguno resultó contagiado.
Sin duda el 2020 fue un año de restricciones para el mundo en general, pero para el INEGI no había vuelta atrás, la decisión de hacer un censo sin imaginar que lo harían en medio de una pandemia ya había sido tomada desde el año 2018, bajo un decreto presidencial en el que se convocó a todas las autoridades del país a participar en esta que es considerada una responsabilidad civil, pues gracias a estos conteos es posible generar políticas públicas a nivel mundial, saber qué hace falta, dónde hace falta y cómo aplicarlo.
Limones García explicó que estos datos tienen tal importancia, que incluso son utilizados para determinar cuántos recursos se distribuyen a cada estado y municipio, es decir, la Ley de Coordinación Fiscal toma en cuenta los datos de población para distribuir los recursos; lo que significa que si la población de un lugar disminuye, sus recursos también.
La logística de un censo de población debe ser tan precisa que sus preparativos inician dos años antes con la preparación del cuestionario, ese que los encuestadores ahora realizan con equipos similares a los teléfonos celulares que cuenta con un programa digitalizado donde se vacía la información proporcionada por los mexicanos para ser almacenada directamente en los servidores del INEGI, toda bajo un sistema encriptado que evita cualquier robo de información.
En esta ocasión, el 98% de toda la información que se recabó, se hizo a través de medios digitales, solo el 2% se capturó de forma tradicional, lo que representó un ahorro no solo de papel, sino de recurso humano que finalmente derivó en la reducción de recursos económicos.
Y es que en un censo de esa magnitud, en el que se contabilizaron 126 millones 14 mil 24 mexicanos, de los cuales Durango aportó un millón 832 mil 650 habitantes, requirió de una inversión estatal de 143 millones de pesos, es por ello que desde 1895 estos ejercicios se realizan de manera constante cada 10 años, pues el recurso económico y de equipo humano que se mueve es grande.
Por su densidad poblacional, Durango ocupa el lugar número 25 a nivel nacional, sin embargo de los más de 10 mil puntos geográficos con los que cuenta, solo cinco mil 890 se encontraron habitados actualmente, aunque para obtener esta información, personal del INEGI tuvo que trasladarse hasta esos lugares.
“Se hace toda una planeación a detalle, y vamos identificando en cada área geográfica cuánta población, cuántos puntos debemos de tocar y en esa proporción se estima la cantidad de entrevistadores que vamos a necesitar”, cuenta el coordinador estatal, quien asegura que México no escapa a la tende…"