A 15 días de la visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a Durango, donde posterior al evento público realizado en el municipio de Pueblo Nuevo, sostuvo una breve reunión con ejidatarios que mantienen tomada la caseta de Garabitos de la Supercarretera Durango – Mazatlán, aún continúa en el lugar el campamento instalado a la espera de que se les cumpla lo prometido.
De acuerdo con la abogada representante de los cinco ejidos que significan un aproximado de entre 200 y 300 ejidatarios, Gabriela Hernández, las negociaciones se mantienen, de ahí que por ahora están a la espera de la resolución que les del Gobierno del Estado, luego del compromiso que hizo el Presidente de la República con ellos de manera directa.
“Estamos en las negociaciones y a la espera de que salga el recurso” comentó y aseguró que el acuerdo es que en cuanto los ejidatarios cuenten con los 60 millones de pesos que se les adeuda, de inmediato se levantará el campamento instalado desde hace casi un año tres meses.
En el lugar, justo al lado de las oficinas de la propia caseta de Caminos y Puentes Federales (Capufe) aún se aprecian algunas carpas levantadas por ellos mismos con madera y hules, mismas que dividieron para crear espacio donde cocinan los alimentos y tienen la despensa, otro que funge como una pequeña tienda de dulces y la oficina donde se encuentran los abogados del movimiento.
Un grupo de ejidatarios se encuentran en la parte central de la caseta de cobro. Se cubren de la intensidad de los rayos del sol al medio día con grandes sombrillas. Ahí reciben a los vehículos que pasan por el lugar a quienes les piden una cooperación voluntaria de 50 pesos, 15 pesos menos del costo real que maneja Capufe.
Este momento ha sido aprovechado por los pequeños comerciantes quienes también ofertan fruta a los automovilistas. Gabriela Hernández asegura que después de 15 meses en la caseta hay automovilistas a los que ya se les hizo costumbre verlos en el lugar, incluso les aseguran que los van a extrañar en el momento en el que se retiren, en contraste se encuentran otros quienes no están de acuerdo con su estadía.
Afirma que con Capufe solo existe una cordialidad con los trabajadores que diariamente llegan a la caseta, pese a que esta no está en funcionamiento de manera formal. “El presidente nos aseguró que ya se iba a solucionar esto, que él estaba para servirnos e incluso él formaba como aval, entonces esperamos que con esto se le dé un poco de celeridad al asunto” comentó la representante legal de los ejidos.