Con un histórico superior a las mil mujeres que se dedican al sexoservicio en la ciudad de Durango, actualmente solo 950 se encuentran registradas en el padrón, informó el titular de la Dirección Municipal de Salud Pública, Juan Esteban Aguilar Esquivel, quien señaló que no todas están activas pues algunas solo practican la actividad de manera eventual.
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Por ello cada fin de semana se realizan operativos en los lugares que se tienen identificados donde se realiza esta actividad, acompañados de personal de inspectores municipales y elementos de Seguridad Pública municipal, se le revisa que cuenten con su tarjeta actualizada, la cual se verifica cada semana en la clínica de atención para la mujer, done se vigila su estado de salud.
En caso de contar con el tarjetón o no tenerlo al corriente, son retiradas del ejercicio e incluso pueden llegar a ser detenidas, aunque esto último es muy poco frecuente, “hay semanas en las que no tenemos ninguna detención”, ya que durante la inspección se comprueba que las personas cuentan con sus revisiones al día.
Pese al estricto control que llevan, no se descarta la presencia de enfermedades como sífilis o Virus del Papiloma Humano (VPH), mismas que en su mayoría son de contención y tratamiento sencillo, que no pone en riesgo una condición de salud de las personas.
“Continuamente se les realiza también un tamizaje de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), hasta el momento no hemos encontrado registro y bueno es por ello que podemos decir que el trabajo y la supervisión que tenemos que hacer en el control de enfermedades de transmisión sexual por sexo servicio, se mantiene regular”, dijo.
Cuando se encuentra alguna de estas enfermedades son retiradas de la actividad y se les da tratamiento que reciben en la misma clínica donde son atendidas, una vez que se les da de alta, pueden regresar a la práctica.
Se desconoce qué tanto ha crecido la práctica de esta actividad en la ciudad, ya que el padrón que se tiene es más o menos la misma cantidad de personas que se dedican a este oficio, sin embargo solo se trata de aquellas mujeres que trabajan en lugares establecidos y conocidos por la autoridad, sin embargo se han identificado sitios que operan de manera virtual y que ofrecen servicios a domicilio, en los que no se tiene un control.
En este caso incluso al tratarse de un delito, es la autoridad judicial quien debe intervenir a través de una investigación a través de una denuncia que realice la ciudadanía.