Crece la solicitud de atención en terapia familiar, pues mientras que anteriormente el Instituto Municipal para el Desarrollo Humano y de Valores (Indeval), atendía un promedio de 50 familias, actualmente ya son 80 las que se encuentran en procesos activos, esto significa la atención de 265 personas, informó la responsable de la Dirección de Familia, Argentina Cervantes.
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En su mayoría se trata de familias que presentan problemas de pareja y falta de comunicación, en algunos casos derivados de una infidelidad, y que conlleva también problemas de conducta en los hijos por falta de reglas o límites.
Explicó que esto se presenta por diversas situaciones y de acuerdo con el contexto en el que se desarrolle cada familia, sin embargo cada vez es más frecuente observar familias donde no existe una red de apoyo, y la dinámica entre padres e hijos ha cambiado.
“Hay más jóvenes informados de sus derechos, incluso es algo que necesitan, pero también los padres necesitan conocer estos nuevos modelos de crianza positivos, que abonen al tema del diálogo y la comunicación”, dijo la directora del área de Familia en el Indeval.
Con frecuencia, las familias que acuden para recibir atención en las nuevas oficinas del Instituto lo hacen ante la alteración de la dinámica familiar, esto debido al nacimiento de un hijo; incluso adultos mayores que cuyos hijos ya no se encuentran con ellos y presentan el denominado “nido vacío” y no saben cómo aprovechar esta situación y ponerla a su favor.
“Después tenemos temas de duelo, la pérdida de un ser querido, perder el trabajo, la salud, eso también puede generar que asistan a terapia”, comentó Argentina Cervantes, al reconocer que si bien actualmente no más del tres por ciento de las familias que acuden lo hacen por un tema de violencia, la violencia hacia la mujer los mantiene en alerta, sobre todo por los feminicidios que llegan a presentarse, pues la familia debe ser el primer protector y apoyo de una persona.
De ahí que es necesario saber qué se debe hacer en estos casos, como el hecho de recurrir a las autoridades desde el primer indicio de violencia, para prevenir que las cosas escalen a situaciones donde una persona pueda perder la vida a consecuencia de una acción que pudo evitarse.
Por ello se debe fortalecer también a través de terapia familiar, así como la atención psicológica familiar para de esta manera tener un nivel de conocimiento y empoderamiento, no solo en las mujeres, sino también en el caso de los hombres.
“La denuncia puede ser totalmente anónima, para nosotros el primer proceso es ese, luego damos la contención y el apoyo emocional a quien se requiera en la familia”, dijo.