Cuando menos, 100 parejas de durangueños han tenido un matrimonio igualitario, la mayoría del Distrito Federal, en el estado de Coahuila, donde la ley ya lo permite.
Pero otros se han casado en las oficialías de esta entidad al obtener un amparo de la Suprema Corte.
La presidenta de la asociación Sí Hay Mujeres en Durango, Julieta Hernández Camargo, anotó que la Legislatura local se ha negado a autorizar los matrimonios igualitarios, y se entiende, puesto que responde a costumbres arraigadas de una sociedad conservadora.
Pero las parejas que desean unirse legalmente, tienen la opción de acudir a un oficial del Registro Civil y como sin duda les va a negar el matrimonio, recurrirán al amparo y un juez federal ordenará que se casen, con advertencia de desacato del orden oficial del Registro Civil y las consecuencias que esto acarrea.
Agregó la dirigente de la asociación, que aunque con lentitud los derechos de la comunidad LGBT se van reconocimiento, cuando menos ya no son perseguidos, y si no son del todo aceptados, cuando menos son tolerados.
Lo más reciente de la actuación de la justicia federal, fue la obligación que impuso a la oficial número 21 para que le cambiara el nombre a un hombre convertido en mujer, y así paulatinamente se van dando pasos que deben de culminar con la ley emitida por el Congreso para legalizar estas uniones.