A pesar de la importancia que revisten para la economía de este país los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, aún se sienten relegados en la toma de decisiones que beneficien a sus comunidades y sufren el olvido del gobierno, señalan Carlos Martínez y Beatriz Ricarti. Denuncian que hay lentitud en el tramite de su credencial para votar desde aquella nación.
A través de videoconferencia transmitida por la plataforma Zoom, representantes de organizaciones de migrantes duranguenses en Estados Unidos expresaron sus opiniones respecto a la posibilidad que les abre la ley para poder participar en la vida democrática de sus comunidades, con el voto desde el extranjero.
Carlos Martínez, líder de la FEDUSA con sede en Los Ángeles, California, dijo que actualmente hay mucha lentitud para tramitar su credencial del INE en el Consulado Mexicano y especialmente por la pandemia permanecen cerradas las oficinas por varios días y a ellos se les dificulta poder hacer este tramite.
Denunció que se ha visto además una saturación de personas que quieren sacar su credencial para votar, pero también sienten que falta mucha promoción de las autoridades en México para que ellos puedan agilizar este proceso.
Aseguró que hay no hay motivación de los migrantes para participar de las elecciones en México, sobre todo porque están desilusionados por el poco trabajo a su favor y muchas de las veces no conocen a quienes se postulan por algún cargo de elección popular.
Por su parte Beatriz Ricarti de la Alianza Binacional, reprochó que se sienten olvidados y relegados por parte de las autoridades en México, a pesar de la gran aportación que ellos hacen a sus comunidades por medio del envío de remesas.
Lamentó que siguen siendo ignorados, especialmente porque se carece de una representación migrante en el Congreso de Durango, mientras entidades como Zacatecas, Michoacán, Jalisco, Guerrero y la ciudad de México ya las tienen.
Hasta ahorita no se ha visto voluntad de las autoridades para tomar en cuenta sus opiniones sobre que obras faltan en las comunidades, pues mientras ellos trabajan fuerte en USA y envían dinero a sus familiares, sienten que siguen siendo ignorados a pesar que ya podrán votar desde el extranjero.