A la fecha se han reportado más de 300 cabezas de ganado que han muerto debido a la sequía que se arrastra desde el año pasado, aunado a la falta de agua en las presas, las tierras de riego solo podrán sembrar en un 60% de su capacidad.
Valente Palomares Delfín, director de Desarrollo Rural municipal explicó que la sequía 19-20 dejó una pérdida total en los cultivos básicos de frijol maíz y forrajes, mientras que en el hato ganadero municipal se perdieron aproximadamente siete mil 500 cabezas de ganado de un total de 87 mil, “ya inician los reportes, al día de hoy nos han reportado más de 300 cabezas de ganado muertas, es decir, cerca de un 10% en comparativa con el año anterior”, comentó.
En cuanto al tema de cultivo señaló que no tendrán la superficie en su totalidad para sembrar, debido a la falta de volumen de agua en las presas, Palomares Delfín ejemplificó “si un agricultor sembraba cinco hectáreas, hoy deberán ser solo tres, a fin de garantizar tres riegos, ya que entre más siembra más se complicará regarlas, ya que no hay un llenado de presas idóneo”
El funcionario fue claro en decir que el sistema de riego está estresado, ya que no se sembrará la totalidad de la superficie, solo será un 60 o 65% de maíz el que se puede garantizar, mientras que en la zona sierra que es de temporal, se apostará a dos semillas para valles altos que necesita poca humedad y se mantiene por un periodo largo de tiempo, con el objetivo que al llegar las lluvias se puede sembrar la semilla temporalera de maíz.
El director de Desarrollo Rural indicó que se tendrá disponibilidad de semilla de grano de avena para los agricultores de forraje, ya que puede ser otra alternativa para el campo y ganado.
Para finalizar enfatizó que el campo de Durango cuenta con dos contingencias: la sequía que se presentó durante el ciclo agrícola de 19-20, misma que afectó severamente al campo y ganaderos y la que se vive actualmente por el Covid-19.