CANATLÁN, Dgo. (OEM).- La venta de gorditas en la estación de autobuses foráneos de Canatlán es sitio emblemático para las personas que transitan entre las regiones del noroeste y el centro de Durango, parada casi obligatoria para llegar a disfrutarlas y entre las vendedoras está Perla Castillo García, también un ícono en el grupo de “gorderas”.
Perla destaca que durante los 15 días de la temporada vacacional decembrina la demanda de gorditas superó el 100 por ciento en comparación con la temporada normal.
“En estos 15 días de vacaciones nos fue muy bien, porque el año pasado no hubo nada; trabajábamos dos veces por semana nada más y ahorita trabajamos cada tercer día, una manera de rotarse las 13 trabajadoras, divididas en dos grupos “.
Resalta las temporadas vacaciones decembrinas y de verano como las de mayor venta, superando a la de Semana Santa, en que se vende menor, pero siempre superior a la temporada normal.
"Vengo a trabajar cada tercer día aquí a la estación, somos 13 personas vendiendo gorditas, aparte los coqueros, el nevero. Hoy nos tocó a siete en este grupo y mañana otras seis, nos alternamos un día sí y un día no", reitera.
Con 43 años vendiendo gorditas, Perla logró sacar adelante a sus tres hijos, como madre soltera que es, destacando de manera orgullosa que todos son profesionistas.
Recuerda que comenzó a vender gorditas cuando tenía trece años y luego de haber emigrado, del poblado Donato Guerra, del municipio Canatlán, a la cabecera municipal. Inició vendiendo en las casas, en las oficinas públicas, en la estación del ferrocarril, mencionando entre las oficinas públicas la del Banrural, a donde cada mañana acudía y ya era esperada por el personal, para almorzar sus sabrosas gorditas.
Cuando ya tenía 13 años vendiendo aquí y allá, una compañera la invitó a integrarse al grupo de “gorderas” que día a día laboran en la estación de autobuses, aceptando de inmediato, un espacio laboral donde ya cumplió 30 años ininterrumpidos.
Una compañera me invitó a venir a vender a la terminal y tengo 30 años aquí, detalla, mencionando que casi todas sus compañeras están con la misma antigüedad, entre 40 y 42 años, resaltando a la señora Elena Berumen Alvarado, quien labora en el otro grupo y tiene 55 años dedicados a la venta de gorditas, siendo ella la Decano.
Las gorditas que venden son de rojo, verde, frijoles y rajas, siendo las de papas de verde las más solicitadas, por gran número de personas que han hecho de su visita a las gorditas una sabrosa tradición.