CANATLÁN, Dgo. (OEM).- A 10 meses de haberse dañado el transformador eléctrico, la Escuela Secundaria General "Luis Donaldo Colosio Murrieta" en el municipio de Canatlán, Durango, sigue a la espera de que las autoridades educativas les apoyen para su reparación o cambio.
Así lo hacen saber los padres de familia de la institución educativa, ubicada en el poblado Venustiano Carranza, municipio de Canatlán, quienes señalaron que durante todo este tiempo se ha carecido del servicio eléctrico, indispensable para las diversas actividades que se realizan, aún estando con clases virtuales.
La sociedad de padres de familia encabezada por Yesenia Rojas y la dirección de la escuela, realizaron una solicitud en la Secretaría de Educación Pública para la reposición del transformador de energía eléctrica, que se dañó en el mes de agosto de 2020, explicó la dirigente.
En respuesta, el pasado 4 de mayo acudió a la Secundaria un ingeniero del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa para verificar la obra, llevándose también la necesidad del cambio de cableado, por el deterioro en el que se encuentra la instalación. Sin embargo, el pasado 22 de junio de 2021 se informa por parte del INIFED que la obra no está autorizada, ya que la escuela secundaria es pequeña y no requiere un transformador, el mismo argumento que expresó la maestra Cristina Bueno Sauceda, el día que se quitó el servicio del médico escolar, el pasado mes de marzo.
"No por ser una escuela pequeña, ni porque los alumnos son pocos, 64, significa que nuestros hijos no merezcan una educación de calidad, con la infraestructura necesaria para llevar a cabo las actividades escolares, además de que se requiere la energía eléctrica para el encendido de la bomba de la cisterna y abastecer de agua los sanitarios y los lavamanos", afirmó Yesenia.
Finalmente exigieron la reposición del transformador de energía eléctrica que se encuentra en el interior de la secundaria y la reposición del médico escolar, "pues somos una comunidad que no cuenta con servicio médico, puntualizó, haciendo ver que la LDC no es una escuela de segunda y que como padres exigen calidad en la educación que ahí se imparte", concluyeron.