TEPEHUANES, Dgo. (OEM).- Como una experiencia terrible, con efectos que parece invaden todos los sentidos pero con un amor a la vida superior a ellos, Roger Manzano Cháidez califica la situación que vive como caso positivo Covid-19, al cumplir su tratamiento ambulatorio de aislamiento.
Entrevistado vía telefónica desde su hogar en Tepehuanes, el director del Centro de Salud “Néstor Saucedo Portales” reitera que la experiencia que tuvo durante tres días, viernes, sábado y domingo pasado, es lo peor que le ha sucedido en sus cincuenta y ocho años de vida.
Recuerda cómo empezó a sentir una actitud somnolienta, irritación, que le provocó sentirse muy confundido y no saber distinguir la luz natural y la artificial, inclusive perdiendo la noción del tiempo.
Al empezar a tener los síntomas, Roger se aisló en su casa a cumplir los protocolos sanitarios y de protección marcados en estos casos, el llamado tratamiento ambulatorio de aislamiento, que tiene una duración de diez días.
Fue un sábado espantoso, recuerda, con una fatiga terrible, dolor de huesos, muy somnoliento, pero con el temor de tener que dormir y ya no despertar. En lo personal fueron síntomas neurológicos más que respiratorios los que me afectaron, menciona.
Tras pasar tres días sin comer, sin fuerza, agotado, solo tomando bebida caliente, con la fatiga busqué ducharme, fue la peor decisión por el estado de agotamiento y muy apenas pude regresar a la habitación, me sentía deshidratado y eso que nunca dejé de tomar líquidos, destaca.
“La noche del domingo me puse a ver el futbol americano en la televisión y a eso de las ocho de la noche me quedé dormido, despertando a las dos de la mañana del lunes, empapado en sudor, inusual sudor que no solo empapó su ropa de dormir, sino que llegó hasta el colchón”.
Gracias ellos comenzó a sentirse mejor, con esa fiebre creo que eliminé toxinas, porque amanecí con apetito, con ganas de comer alimento sólido, destaca.
En la medida de lo posible ha estado trabajando desde casa y en esta semana dio de alta a cuatro pacientes.
Lo más importante es recuperarme al ciento por ciento y así estar en posibilidades de seguir trabajando a toda la capacidad y seguir ayudando a la gente que lo requiere.
Esta fue mi primera incapacidad médica desde el año 1993 a la fecha, una situación calificada como de riesgo laboral, puntualiza el entrevistado, Doctor Roger Manzano Cháidez.