CIUDAD LERDO, Dgo. (OEM).- La cuaresma comienza con el miércoles de Ceniza, en este año será el próximo miércoles 2 de marzo y con ello inicia un tiempo de oración, penitencia y ayuno, que durante 40 días la iglesia marca para la conversión del corazón, volver a Dios, a quien hemos abandonado.
Lo anterior lo informó el párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón, Julio Carrillo Gaucín Cuarenta, quien mencionó que durante los 40 días son para que los fieles se preparen para celebrar el misterio pascual de Jesús, es decir, su pasión, muerte y resurrección, que será en la Semana Santa.
“La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en Dios, en esta ocasión y por la pandemia, se modifica y se vierte un poco de ceniza en la cabeza”, comentó.
A partir de este miércoles inicia un tiempo de oración, penitencia y ayuno, cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón, las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son "recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”, “arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Carrillo Gaucín explicó el origen de la costumbre, dijo que antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”, esto representaba su voluntad de convertirse.
La imposición de la ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo, nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba, en cambio, todo el bien que hayamos hecho en nuestra vida nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Pero cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios, pues la ceniza en sí misma no tiene sentido si no va acompañada del deseo sincero de volver a comenzar en nuestra a vida y a reparar el daño que hemos causado a otras personas.
En cuanto al ayuno y la abstinencia, dijo que a partir del miércoles de ceniza y hasta el viernes santo, son días de ayuno y abstinencia, pues la abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años, mientras que el ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne.
Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre, aunque también podemos ayunar de cosas que no podemos dejar de hacer: el refresco, el cigarro, el mal uso del Internet, la crítica destructiva, el perder el tiempo en el televisor, entre otros.
También es muy importante la oración, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior, necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.
Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente: La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior; así como la disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.
Dejó en claro que ir a tomar ceniza no es un rito mágico, "no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación, pero es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección".
La Cuaresma que es a partir del miércoles 2 de marzo , debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, que queremos, que buscamos, de analizar cómo es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.
Para concluir, el párroco Julio Carrillo dijo que en estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.