Desde hace 40 años mujer visita a El Señor de la Columna en Poanas

Con 85 años de edad, año con año doña Herminia Uzárraga acude a la comunidad de Orizaba, Poanas, para rendir culto a la imagen del santo

Martín García | El Sol de Durango

  · martes 7 de marzo de 2023

Imagen ilustrativa | Desde hace 40 años mujer visita a El Señor de la Columna en Poanas / Foto: archivo | El Sol del Bajío

ORIZABA, Poanas Dgo. (OEM).- Cumpliendo con una devoción de más de cuatro décadas, doña Herminia Uzárraga viuda de Barrón acudió como cada año a esta comunidad de Poanas, originaria de Nombre de Dios, quien tiene 85 años de edad, acude cada año para rendir culto a la imagen de El Señor de la Columna, misma que celebran los fieles católicos por ya más de cien años cada 3 de marzo.

En entrevista para El Sol de Durango, la señora aseguró que desde que conoció esta imagen se enamoró de la representación, ya que a través de ella Dios mismo le ha concedido muchos favores, siendo el primero de ellos el poder concebir a su primer hijo.

Imagen ilustrativa | Desde hace 40 años mujer visita a El Señor de la Columna en Poanas / Foto: Martín García | El Sol de Durango

“Le pedí tanto al Señor de la Columna ese milagro que, al conocerlo por medio de mi esposo, Él me hizo el milagro, para después procrear 8 hijos, dos de ellas gemelas; hoy solo me quedan dos, a quienes no veo desde hace ya 30 años, pero ya se las encomendé a Él y le digo que, si es su voluntad, pueda volver a verlas algún día; mientras tanto y Dios me de salud estaré viniendo a verlo hasta este santo lugar”, compartió.

La leyenda de El Señor de la Columna señala que en la entonces Hacienda de la Inmaculada Concepción llegaron unos arrieros a hospedarse a la casa grande y dejaron una caja encargada, prometiendo que volverían por ella, sin embargo nunca lo hicieron, por lo que la señora encargada de la hacienda guardó dicha caja y un día que tenía que ir al templo y no encontraba su rebozo, buscándolo por todas partes percibió un olor a flores que provenía de la caja que habían dejado los arrieros, la abrió y encontró su rebozo y una imagen de un nazareno grande con una nota que decía; “yo soy el Señor de la Columna y vengo destinado a esta comunidad”, desde ahí comenzó la celebración de este santo en esta comunidad.