CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Los obradores ubicados en la colonia Once de Julio de ciudad Canatlán trabajan a la espera del aumento en la demanda de ladrillo que año con año se observa en los meses de diciembre y enero.
Carlos Rodríguez Coronel es uno de los esforzados trabajadores de esta pequeña industria local, propietario de uno de los once obradores instalados en la parte sur de ciudad Canatlán, cerca del río La Sauceda.
Destaca que vienen de la temporada de lluvias en la cual, los obradores paralizan labores ya que no se puede trabajar en esas condiciones, primero porque no se puede quemar la leña que se utiliza en la elaboración y enseguida porque el ladrillo tarda para secarse.
“Las inclemencias del tiempo apenas nos están dejando trabajar”, menciona.
La demanda se incrementa en el mes de diciembre, con la llegada de paisanos y el pago de aguinaldos, en el cual muchas personas buscan aprovechar que tienen recursos para comprar ladrillo y hacer arreglos, ampliaciones o construcciones de vivienda, como se mira en distintos puntos de la ciudad, señala Carlos.
Son treinta y cinco las familias que dependen económicamente de la elaboración y venta de ladrillo en lo que se refiere a esta colonia, en este tiempo en que el aumento en los combustibles pega a toda la sociedad y en donde la elaboración de ladrillo está incluida.
“Utilizamos vehículo de motor para traer los materiales con los que se trabaja, también para entregarlos, de ahí la necesidad del aumento de diez centavos por pieza realizado hace algunos meses, subiendo de 2.50 a 2.60 pesos la pieza, puesta en el obrador”.
Responde el entrevistado que en la elaboración de ladrillo utilizan estiércol, la tierra mistiada, de enlame con arcilla, polvillo de arroyo, lo que hace al final la distinción , un ladrillo que al igual que el que se vende en distintos lugares del municipio, tiene demanda por su calidad, puntualiza Carlos.