CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Prácticamente en el olvido quedaron instalaciones de organizaciones de productores agrícolas que en su tiempo tuvieron un papel relevante para productores de manzana y usuarios de sistemas de riego, como son el caso de la Unión de Fruticultores y la Sociedad de Asociaciones de Riego de Canatlán, mejor conocidas como la Unifrut y la Sarca, respectivamente.
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Ubicadas junto a la carretera Francisco Zarco, a un costado del poblado La Sauceda y a cuatro Kilómetros de la cabecera municipal Canatlán, las instalaciones de la Unión se observan en desuso, con infinidad de cajones pálet colocados en el espacio de maniobras, que día a día se deterioran más, al estar prácticamente a la intemperie.
Lejos quedaron aquellos días en que este lugar proporcionaba refrigeración a la manzana, tienda de insumos a los productores, renta de cajones pálet y venta de compensadores de frío en un par de tanques que se ubicaban sobre su respectiva base, además del servicio de báscula, a escasos metros de la carpeta asfáltica de la carretera.
De la Sarca queda la oficina que por años atendió a los usuarios de los pozos agrícolas, la presa San Bartolo y la presa El Baluarte, ofreciendo servicio con el equipo de maquinaria que contaba, entre ellos una motoconformadora y una retroexcavadora.
Por diversas circunstancias la razón legal de las organizaciones se terminó, el terreno pasó a propiedad de institución crediticia y productiva, en forma respectiva, pero ahí quedaron los edificios sede, antes centro de visita de los productores y hoy solo una huella de lo que llegaron a representar para muchos productores canatlenses.